Las fuerzas de la Alianza continúan despejando el puerto de Misrata de las minas colocadas por las tropas libias
Internacionales
- 2011-04-30
Las potencias de la OTAN rechazaron el sábado el pedido de tregua y cese de fuego de Muammar Gaddafi, señalando que quieren "hechos y no palabras", en tanto la alianza impidió el ingreso de ayuda humanitaria a una ciudad asediada mientras barría el puerto en busca de minas.
El organismo de derechos humanos Human Rights Watch dijo que las fuerzas de la OTAN destruyeron dos minas en el puerto de Misrata mientras buscaba una tercera. La alianza no entró en detalles salvo para decir que el proceso tomaría tiempo.
"La eliminación de minas es una tarea precisa y especializada, toma tiempo hacer esto de manera segura y eficaz", dijo la vocera de la OTAN Carmen Romero.
Los bombardeos de la OTAN hicieron blanco en un complejo del gobierno de Libia antes del amanecer del sábado y dañaron dos edificios justo cuando el mandatario libio Muammar Gaddafi pidió un cese al fuego y el inicio de las negociaciones con las fuerzas aliadas durante un discurso en vivo a través de la televisión estatal.
En el complejo atacado se encuentra el edificio de la cadena de televisión del Estado, y un funcionario del gobierno libio indicó que los bombardeos tenían la intención de matar a Gaddafi. "Creemos que el blanco (de los ataques) era el líder", dijo el vocero del gobierno de Libia, Musa Ibrahim.
Sin embargo, el edificio de la televisora no sufrió daños, y Gaddafi habló desde un lugar no revelado.
Los reporteros que visitaron el escenario de los ataques dijeron que los edificios afectados albergan una comisión en favor de mujeres y niños, y oficinas del personal del parlamento libio.
Uno de al menos tres misiles derribó parte de un edificio de dos pisos de arquitectura estilo italiano. En otro, las puertas fueron destrozadas y los paneles de los techos falsos cayeron. Un policía dijo que al menos tres personas resultaron heridas, una de ellas de seriedad.
Gaddafi pidió un cese al fuego durante un discurso en el que se mostró en ocasiones vencido y en otras desafiante y que duró más de una hora. "La puerta de la paz está abierta", dijo el mandatario sentado detrás de un escritorio mientras sacudía repetidamente documentos escritos a mano.
"Ustedes son los agresores. Negociaremos con ustedes. Vengan, Francia, Italia, Reino Unido, Estados Unidos, vengan, negociaremos con ustedes. ¿Por qué nos atacan?".