+El secretario general de la Presidencia brasileña admitió que las manifestaciones que sacuden a su país pueden comprometer la visita del papa Francisco
Internacionales
Excelsior - 2013-06-21
El secretario general de la Presidencia brasileña, Gilberto Carvalho, admitió que las manifestaciones que sacuden a su país desde la semana pasada pueden comprometer la visita que realizará el próximo mes el papa Francisco al país para participar en la Jornada Mundial de la Juventud.
El ministro manifestó su preocupación en una reunión con varias autoridades para tratar los preparativos de la visita del pontífice que estaba cerrada para la prensa, aunque sus palabras fueron captadas por cámaras de televisión autorizadas a realizar imágenes.
"Tenemos una serie de complicaciones y preocupaciones. Lo que está ocurriendo (las manifestaciones) puede tener reflejo en la Jornada Mundial de la Juventud", afirmó Carvalho, que tiene estatus de ministro, según una transcripción de sus palabras divulgada por diferentes redes de televisión.
El secretario general de la Presidencia afirmó que el Gobierno realizará todo lo posible para garantizar el éxito de la visita que el Papa realizará a Río de Janeiro entre el 22 y el 28 de julio.
Carvalho agregó que la propia presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, está preocupada con la situación generada por las manifestaciones y que podrá realizar un pronunciamiento sobre el asunto este mismo viernes.
"Dilma (Rousseff) está preocupada. Vamos a convocar a la sociedad brasileña para adoptar medidas de contención. Tenemos que impedir ese tipo de manifestaciones que no le traen nada bueno al país", afirmó el funcionario.
Pese al carácter pacífico de la mayoría de las manifestaciones que se registraron el jueves en cerca de 80 municipios y que congregaron a más de un millón de personas, las protestas en algunas ciudades terminaron con incidentes violentos.
Según Carvalho, el Gobierno festeja movilizaciones que muestran la madurez de la democracia brasileña pero lamenta los actos de vandalismo registrados en algunas de las manifestaciones.
"Ver la Explanada (la planicie de Brasilia enmarcada por las principales edificaciones públicas) de esa forma, ver edificios atacados como el Palacio de Itamaraty (sede de la cancillería) y la Catedral, no podemos aceptarlo", afirmó.