Evaden culpa en trenazo español

Niegan responsabilidad y defienden seguridad de trenes

Internacionales

El Universal - 2013-08-09

Los presidentes de Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias), Gonzalo Ferré, y de Renfe (Red Nacional de Ferrocarriles Españoles), Julio Gómez-Pomar, las dos empresas públicas implicadas en el accidente de tren que ocurrió el pasado 24 de julio y en el que murieron 79 personas, comparecieron ayer en el Congreso de los Diputados para explicar por qué se produjo el siniestro.

Sin embargo, tras guardar un minuto de silencio y después de casi dos horas hablando ante una veintena de diputados (la mayoría está de vacaciones), no sólo no asumieron ninguna responsabilidad en el accidente, sino que no aclararon lo que ocurrió y se limitaron a hablar sobre la seguridad de las vías y de las infraestructuras, a resaltar la alta calidad de los 15 mil kilómetros que componen el servicio ferroviario español “uno de los mejores del mundo”, e incluso utilizaron datos históricos para corroborarlo. Pero sin apenas citar el accidente.

Gonzaló Ferré, el responsable de la infraestructura, rechazó que los recortes presupuestarios hubieran podido influir en el siniestro, aunque reconoció que el tramo donde se produjo el accidente estaba inicialmente planificado como alta velocidad y con un sistema de seguridad ERTMS, capaz de frenar automáticamente el tren si excede la velocidad fijada en ese tramo, pero que posteriormente se modificó a línea convencional con otro sistema de frenado menos seguro.

Argumentó que esta modificación se realizó porque el cambio entre ambos anchos de vía en las afueras tanto de las estaciones de Santiago de Compostela como en la de Ourense “supondría que apenas habría reducción de tiempos de viaje” con la alta velocidad. Y dijo que la modificación se hizo el 10 de junio de 2010 (cuando gobernaba el socialista José Luis Rodríguez Zapatero) por decisión de los responsables de Adif, con el visto bueno del secretario de Estado de Infraestructuras y del ministerio de Fomento, que fueron “quienes decidieron instalar el ancho ibérico para su posterior transformación al ancho internacional, alegando que se perdía mucho tiempo con los intercambiadores de vías en Ourense y en Santiago”.

Subrayó el hecho de que los tres proyectos sobre el trazado de la línea de AVE (Tren de Alta velocidad) incluían la curva de Angrois, el lugar donde el tren descarriló al ir a demasiada velocidad y de la que los técnicos del Ministerio de Fomento dijeron durante su construcción que era muy complicada. Por su parte Julio Gómez-Pomar, responsable de la empresa propietaria del tren y de su funcionamiento, detalló las características técnicas de los trenes Alvia, pero tampoco aclaró nada sobre las causas del fatal accidente.

A las preguntas sobre los sistemas de seguridad de llos distintos grupos parlamentarios, respondió que “los sistemas de seguridad no los decide quien tiene la responsabilidad en un momento de liderar la compañía, sino un equipo de ingenieros y técnicos que se toman muy en serio la seguridad”.

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