Escasean alimentos para víctimas de sismo en Japón

La creciente radiación llevó a la Marina estadounidense a retirar temporalmente un portaaviones de la costa y grandes agencias humanitarias internacionales han sido mantenidas fuera de las zonas afectadas por la radiación. "Estos últimos episodios obviamente harán los esfuerzos humanitarios más difíciles", dijo Francis Markus, portavoz de la Federación Internacional de la Cruz Roja.

Internacionales

- 2011-03-15

Una nube de radiación en aumento se sumó el martes al sufrimiento de millones de personas en el devastado noreste de Japón, que ya enfrenta escasez de agua y alimentos e intenta mantenerse abrigado en medio de temperaturas casi heladas.

Mientras los cadáveres llegaban a la costa tras el poderoso terremoto y tsunami del viernes, sobrevivientes heridos, niños y ancianos atiborraban los refugios improvisados, muchas veces sin medicamentos, destacó Reuters.

Hasta el lunes, unas 550.000 personas habían sido evacuadas después del terremoto y tsunami que dejaron más de 10.000 muertos.

El pánico se apoderó de Tokio luego de un aumento en los niveles radiactivos alrededor de una planta nuclear dañada por el terremoto al norte de la ciudad, llevando a muchas personas a dejar la capital y a otros a conseguir alimentos y provisiones.

La crisis humanitaria se estaba desarrollando en múltiples frentes, desde un repentino aumento de niños huérfanos, falta de agua, alimentos y electricidad hasta baños desbordados en los atiborrados refugios y la asistencia irregular de los traumatizados sobrevivientes.

Con hogares arrasados, ciudades barridas por el agua y sin empleo, muchos ciudadanos se preguntaban si se quedarían para reconstruir su vida.

"Sobrevivimos, pero ¿qué se supone que hagamos ahora?", dijo Sachiko Sugawara, de 63 años, quien ahora vive en un refugio.

Los cuerpos se apilaban en las morgues y los enfermos crónicos se estaban quedando sin medicamentos.

"La gente está exhausta tanto físicamente como mentalmente", dijo Yasunobu Sasaki, director de una escuela convertida en refugio en Rikuzentakata, un arrasado pueblo de 24.500 personas de la prefectura de Iwate, en el noreste del país.

Funcionarios locales perdieron contacto con unas 30.000 personas, según un sondeo realizado por la agencia de noticias Kyodo, elevando las posibilidades de un dramático incremento en el número de muertos mientras las autoridades lidian con la mayor emergencia en Japón desde la Segunda Guerra Mundial.

Las carreteras, vías y puertos se han visto afectados a lo largo de gran parte de la principal isla de Japón, Honshu, en el noreste, complicando los esfuerzos de asistencia.

El Gobierno ha movilizado 100.000 soldados y más de 100 países han ofrecido ayuda.

Pero la creciente radiación llevó a la Marina estadounidense a retirar temporalmente un portaaviones de la costa y grandes agencias humanitarias internacionales han sido mantenidas fuera de las zonas afectadas por la radiación.

"Estos últimos episodios obviamente harán los esfuerzos humanitarios más difíciles", dijo Francis Markus, portavoz de la Federación Internacional de la Cruz Roja.

La Cruz Roja japonesa ha desplegado unos 90 equipos médicos que están intentando proveer asistencia básica para 430.000 personas en ciudades remotas a lo largo de la costa.

Cientos de trabajadores de rescate extranjeros están asistiendo a las víctimas del terremoto y tsunami pero Naciones Unidas no planea realizar una operación a mayor escala a menos que sea requerido, dijeron el lunes funcionarios del organismo.

Se espera que llueva o nieve el miércoles en algunas regiones de Japón, sumando un componente de urgencia a los esfuerzos de asistencia.

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