Acompañados por música y portando pancartas, cientos de japoneses piden un cambio en la política nuclear del país, los participantes desfilaron bajo la lluvia por el céntrico distrito comercial de Shibuya
Internacionales
- 2011-05-07
Varios miles de personas participaron hoy en una manifestación en el centro de Tokio para protestar por la política energética de Japón, donde continúa abierta la crisis en la planta nuclear de Fukushima casi dos meses después del terremoto y el tsunami.
Acompañados por música y portando pancartas con lemas que piden un cambio en la política nuclear del país, los participantes desfilaron bajo la lluvia por el céntrico distrito comercial de Shibuya.
La manifestación, que fue transmitida por los organizadores a través de internet, se produce un día después de que el primer ministro nipón, Naoto Kan, pidiera la paralización de la planta nuclear de Hamaoka, ubicada en una zona de elevado riesgo sísmico.
La empresa que opera esa planta, Chubu Electric Power, respondió que planea paralizar Hamaoka, pero la reunión celebrada hoy por su junta directiva concluyó sin ninguna decisión concreta sobre el cierre.
El pasado 10 de abril, unas dos mil 500 personas ya se congregaron en el distrito tokiota de Minato para pedir a Chubu Electric Power que paralizara Hamaoka, situada a unos 200 kilómetros al sur de Tokio.
La protesta de hoy en Shibuya fue organizada por Hajime Matsumoto, el mismo activista que coordinó otra manifestación que congregó a 15 mil personas en el barrio tokiota de Koenji también el 10 de abril.
Desde que se inició la crisis nuclear en la planta de Fukushima Daiichi a causa del terremoto y el devastador tsunami, se han organizado varias manifestaciones multitudinarias en Japón para pedir un cambio en la política atómica del país.
Japón no ha podido aún no ha podido controlar la situación en la planta nuclear de Fukushima, cuyos reactores quedaron sin sistema de refrigeración por el desastre del 11 de marzo, que según el último recuento dejó 24 mil 837 muertos y desaparecidos.
Tokyo Electric Power, la empresa que opera la central de Fukushima, pretende lograr una refrigeración estable para verano y llevar los reactores a una "parada fría" en un plazo entre seis y nueve meses.