RIO DE JANEIRO: Brasil lanza campaña nacional de desarme
El gobierno decidió adelantar esta iniciativa después de que el pasado 7 de abril un joven de 23 años asesinara a tiros a 12 niños y dejara heridos a otros 12 en una escuela pública de Río de Janeiro
Internacionales
- 2011-05-07
El gobierno brasileño lanzó ayer una campaña nacional de desarme para estimular a la población a entregar las armas de fuego, un mes después de que 12 niños fueran asesinados a tiros en un colegio de Río de Janeiro.
Esta iniciativa, denominada “Quita un arma del futuro de Brasil”, fue presentada por el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, en un acto en Río en el que recibió respaldo de organizaciones sociales. “Un arma en la mano de una persona que no está capacitada para su uso siempre es un riesgo”, dijo el gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, quien defendió así el lanzamiento de la campaña, con la que se pretende sacar más de un millón de armas de fuego de las calles para finales de año.
El gobierno decidió adelantar esta iniciativa después de que el pasado 7 de abril un joven de 23 años asesinara a tiros a 12 niños y dejara heridos a otros 12 en una escuela pública de Río de Janeiro.
“Siempre es trágica la pérdida de una vida humana, pero es más escandaloso cuando quien muere es un niño o un adolescente”, dijo Cabral en presencia de los padres de los estudiantes tiroteados en el colegio Tasso da Silveira.
Debido al impacto de la masacre, el presidente del Senado brasileño, José Sarney, propuso en abril la celebración de un nuevo referendo para consultar al país sobre una hipotética prohibición de la venta de armas, similar al realizado en 2005, en el que 60% de los electores rechazó la idea.
El Ministerio de Justicia indicó en su cibersitio que los ciudadanos pueden entregar armas y municiones sin tener que dar explicaciones, garantizando el anonimato, y que recibirán a cambio el equivalente a entre 62 y 188 a 190 dólares. Las armas serán inhabilitadas de inmediato con un martillo y después se fundirán en una siderúrgica, para garantizar que no sean desviadas y utilizadas por organizaciones criminales.
Una vez concluido el acto de presentación, Cardozo se desplazó al Alto Horno de la Compañía Siderúrgica Nacional, en Volta Redonda, a 127 kilómetros de Río, para asistir a una quema de armas que fueron recogidas por el ejército.
El gobierno quiere ampliar la red de recogida y dotar a cada ciudad de un local autorizado para la entrega del armamento, que también podrá ser depositado en comisarías policiales, iglesias y en sedes de entidades adheridas al plan.
Según el ministro, el gobierno destinó una partida presupuestaria de 10 millones de reales (unos 6.2 millones de dólares) para afrontar los pagos. “Me gustaría que faltase dinero, porque si ocurriese eso sería una señal de que el número de armas entregadas superaría las expectativas”, señaló Cardozo. En campañas similares realizadas en 2003 y 2009 se recaudaron 1.1 millones de armas de fuego.
La iniciativa, con la que se pretende reducir los índices de criminalidad, será reforzada con la inserción de publicidad en televisión y la contratación de cuñas radiofónicas.