Pese a que desde esta mañana ha bajado su intensidad, Hércules, la primera tormenta invernal del año, ha afectado a más de 100 millones de personas.
Internacionales
MILENIO - 2014-01-03
-La primera tormenta de nieve de 2014, cuya intensidad comenzó a disminuir desde la mañana del viernes, provocó la muerte de nueve personas a consecuencia de las bajas temperaturas.
La tormenta Hércules, que comenzó a precipitarse desde la tarde del jueves en el noreste y medio oeste de Estados Unidos, ha afectado la rutina de más de 100 millones de personas que se encontraban a su paso.
Asimismo, causó la cancelación de más de dos mil vuelos, y el cierre de servicios de tren, escuelas, carreteras y edificios públicos.
Las autoridades de los estados más afectados llamaron a la ciudadanía a permanecer en sus viviendas, luego de que más de medio metro de nieve se precipitara sobre la ciudad de Boston, en tanto que unos 45 centímetros cayeron en algunas zonas del norte del estado de Nueva York.
Las escuelas de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut permanecieron cerradas este día, así como varias edificios públicos y organismos, como la sede de Naciones Unidas (ONU) en Manhattan.
Asimismo, las temperatura de menos nueve grados centígrados registrada en la madrugada fue la más baja en Nueva York desde 2004, y autoridades advirtieron que más de 15 minutos de exposición de la piel a los elementos podría causar congelamiento.
Más de dos mil 300 vuelos han sido cancelados, de acuerdo con el sitio FlightAware.com, encargado de monitorear el estatus de los trayectos aéreos en Estados Unidos.
Los aeropuertos de Chicago, Boston y los tres que operan en la zona de Nueva York han sido los más perjudicados.
La tormenta afectó a más de una docena de estados, ubicados desde Illinois hasta la costa este, y desde Maine hasta Carolina del Norte.
La nevada producida por Hércules es además la primera prueba para el nuevo alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, que salió en la mañana a despejar con una pala la entrada de su casa.
De Blasio fue muy crítico de la manera en que su predecesor, Michael Bloomberg, había reaccionado a la tormenta de 2010. Hasta el momento, ninguna queja ha recibido la reacción de De Blasio.