Organizan en Argentina, por redes sociales, ‘cacerolazos’ y saqueos
La utilización de las redes sociales, principalmente Facebook y Twitter, fueron el arma secreta de los "cibercaceroleros"
Internacionales
Agencias - 2014-01-31
Las redes sociales se convirtieron en instrumentos cruciales en Argentina para movilizar a las masas tanto para protestar contra el gobierno como para organizar saqueos masivos.
En el último año, miles de ciudadanos coparon en cuatro ocasiones el centro de Buenos Aires y algunas de las principales ciudades del país para denostar a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El primer "cacerolazo" se registró en septiembre del año pasado y sorprendió tanto a la oposición como al oficialismo por su magnitud, ya que no se esperaba una protesta masiva.
La utilización de las redes sociales, principalmente Facebook y Twitter, fueron el arma secreta de los "cibercaceroleros", como se conoce a quienes convocan y protestan con utensilios de cocina en mano para hacer más ruido.
Desde entonces, con el apoyo de la prensa opositora y la incorporación de líderes políticos, manifestantes de todas las edades que rechazan al gobierno se autoconvocan en las redes y salen a colmar las calles, aunque el factor sorpresa ya desapareció.
Además, hay dos bandos muy bien definidos en los comentarios de lectores de los principales medios electrónicos: los kirchneristas y antikirchneristas, que suelen enfrascarse en discusiones plagadas de insultos y escasas en argumentos.
Los "cacerolazos" se repitieron en noviembre de 2012, abril y agosto, con una misma agenda: corrupción, inseguridad, inflación, la restricción a la compra y venta de dólares, falsas amenazas a la libertad de expresión y supuestos ataques del Ejecutivo al Poder Judicial.
Aunque en estas marchas se deseó la muerte de la presidenta Cristina Fernández, o se exigió su renuncia, no fueron reprimidas por las fuerzas de seguridad, ya que el gobierno advirtió que tenían el legítimo derecho democrático de expresarse.
Pero en la primera semana de diciembre, la utilización de las redes sociales para convocar masas adquirió tintes trágicos porque sirvió para que grupos de delincuentes se organizaran para saquear comercios de todo tipo.
"Cacerolazos" y saqueos son dos emblemas de las protestas de diciembre de 2001, cuando Argentina sufrió una de las crisis políticas, sociales y económicas más graves de su historia.
Sin embargo, el escenario es muy diferente al que se vivió en esa época, por lo que los saqueos no responden a una movilización social de sectores pobres que buscan alimentos.
Lo irónico fue que, así como varios de los delincuentes se autoconvocaron en las redes, también utilizaron Facebook para presumir los objetos robados, lo que permitió que muchos de ellos terminaran presos.