+ Miles de venezolanos volvieron a manifestarse ayer a 25 años de la revuelta popularde 1989
Internacionales
MILENIO - 2014-02-28
Venezuela recordó ayer los 25 años de la revuelta social conocida como Caracazo sumida en la polarización, con marchas del oficialismo y de la oposición en varios puntos de Caracas, mientras el país cumple más de dos semanas inmerso en una ola de protestas y los estudiantes prometen seguir marchando.
Con una masiva concentración en el oeste de Caracas, el chavismo convirtió el 25 aniversario del Caracazo en una muestra de respaldo al presidente, Nicolás Maduro, quien no pudo asistir al acto por haberse quedado sin voz, explicó en su lugar el vicepresidente Jorge Arreaga.
El 27 de febrero de 1989 comenzó una revuelta en las barriadas populares de Caracas contra el alza de precios y tarifas exigidas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) al segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez, que fue sofocada a tiros por militares y policías.
La cifra oficial fue de 300 muertos, pero la prensa habló de tres mil.
Arreaza explicó que Maduro estaba afónico desde el día anterior, tras la instalación de la conferencia de paz con diversos sectores de empresarios, religiosos y políticos en el Palacio de Miraflores aunque no asistió el líder Henrique Capriles, de la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD), para no servir de "comparsa", dijo.
En el otro extremo de Caracas, dos mil estudiantes exigieron respuestas a Maduro sobre los detenidos en las marchas iniciadas el 4 de febrero y anunciaron una gran movilización para el domingo.
El líder de la Universidad Central de Venezuela, Juan Requesens dijo que "no es un conflicto con los chavistas. (...) Exigimos respuestas al gobierno de la mala vida que llevamos los venezolanos", en alusión a la escasez de productor y la inseguridad criminal.
La concentración terminó con gases lacrimógenos y choques entre policías y jóvenes encapuchados.
Mientras, el gobierno instaló con empresarios una "Comisión de la Verdad" en materia económica, presidida por el vicepresidente Arreaza, según la propuesta hecha la víspera por uno de los empresarios más poderosos de Venezuela, Lorenzo Mendoza, que asistió a la conferencia de paz de Maduro tras su invitación de "decirse las cosas de frente con tolerancia".
En tanto, el partido Voluntad Popular (centro derecha) denunció que la jueza Ralenis Tovar ordenó la captura de Carlos Vecchio por la presunta comisión de delitos como "incendio intencional, instigación pública, daños y asociación", los mismos cargos por los que fue detenido la semana pasada su líder, Leopoldo López.
Mientras, el canciller Elías Jaua era esperado en Brasil tras visitar Bolivia, Paraguay, Argentina y Uruguay para exponer la situación de Venezuela ante la Unasur.
Su gira coincidió con la publicación del informe anual del Departamento de Estado de Estados Unidos sobre la situación de los derechos humanos en el mundo, en el que Venezuela no sale bien parada, tampoco Cuba y Ecuador.
También el Parlamento Europeo emitió ayer una resolución llamando al "diálogo pacífico" en Venezuela y dijo que las autoridades "en lugar de contribuir a la paz, han amenazado con una revolución armada".