Vuelo MH370: Reanudan búsqueda en aguas australianas
+ Una carrera contrarreloj se ha desatado para intentar captar las señales emitidas por los registradores de vuelo o "cajas negras", mientras los familiares de las víctimas chinas expresaron su ...
Internacionales
MILENIO - 2014-03-26
Las búsquedas para encontrar los restos del Boeing 777 que realizaba el vuelo MH370 de Malaysia Airlines, suspendidas el martes a causa del mal tiempo al sur del Océano Índico frente a la costa australiana, fueron reanudadas este miércoles gracias a una mejora de las condiciones meteorológicas. Esta vasta zona del Índico fue barrida el martes por fuertes vientos de hasta 80 km/hora, acompañados de intensas lluvias y oleaje, por lo que la Autoridad Australiana de Seguridad Marítima (AMSA) consideró que las condiciones eran muy peligrosas para los equipos de búsqueda por mar y aire, por lo que decidió suspender las operaciones durante al menos 24 horas.
Además de varios barcos chinos, no menos de una docena de aviones, siete de ellos militares, establecerán una especie de cuadrícula en la zona para intentar recuperar los objetos que fueron detectados por satélites, que podrían ser los restos del Boeing malasio desaparecido el pasado 8 de marzo cuando realizaba el trayecto Kuaka Lumpur-Pekín con 239 personas a bordo entre pasajeros y tripulación. Había entre los desaparecidos 153 ciudadanos chinos.
Es necesario recuperar estos objetos para identificarlos. La víspera, un buque australiano, el HMAS Success, que se encontraba en las proximidades del lugar detectado por las señales satelitales, tuvo que interrumpir su singladura hacia el mismo a causa de que se registraban olas de hasta cuatro metros de altura. Esta zona oceánica austral, alejada de tierra firme, es muy poco frecuentada por barcos, por lo que eventuales restos provenientes de éstos, como por ejemplo contenederos caídos al agua, son muy poco comunes según los expertos.
"Hoy la búsqueda se desarrollará en tres zonas que cubren (una superficie) de 80 mil kilómetros cuadrados", señaló la AMSA, encargada de coordinar el operativo internacional. Por su parte, el primer ministro australiano Tony Abbott afirmó que la búsqueda continuará hasta que, eventualmente, ya no quede la menor esperanza de encontrar alguna cosa concreta. "Simplemente vamos a continuar buscando porque debemos hacer por los parientes (de las víctimas) todo lo humanamente posible para resolver este enigma", dijo Abbott en declaraciones a la cadena de televisión Nine Network.
Un alto responsable de las fuerzas australianas, Mark Binskin, declaró que en el estadio actual las operaciones que se realizan no tienen por objetivo "encontrar una aguja en un pajar". "Siempre intentamos antes localizar el pajar", declaró ante la prensa. Actualmente son seis los países que participan en las tareas de búsqueda: Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Japón, China y Corea del Sur.
El lunes, 17 días después de la desaparición del vuelo MH370, el primer ministro malasio anunció que el aparato se había estrellado al sur del Índico, frente a las costas occidentales de Australia, una zona muy alejada de su ruta original, poniendo definitivamente fin a la esperanza de hallar sobrevivientes.
Ahora, no sólo se trata de encontrar restos en un primer paso, el verdadero desafío es hallar las "cajas negras" del Boeing 777. Se trata de un operativo con un desenlace incierto, a pesar de que los investigadores disponen de una amplia gama de material sofisticado para escrutar el océano. Así, una carrera contrarreloj se ha desatado para intentar captar las señales emitidas por los registradores de vuelo o "cajas negras", que teóricamente son capaces de seguir enviando señales durante unos diez días más.
Un avión comercial está dotado de dos cajas negras: el DFDR (Digital Flight Data Recorder), que registra todos los parámetros de vuelo (velocidad, altura, etc) y el CVR (Cockpit Voice Recorder), que graba las conversaciones y ruidos de la cabina de pilotaje. El martes, unos 200 familiares de varias de las víctimas chinas del vuelo MH370 se manifestaron ante la embajada de Malasia en Pekín, demostrando su cólera tras el anuncio oficial de que el avión se precipitó en el Océano Índico.
"Exigimos el regreso de los nuestros (...) El gobierno malasio es asesino", gritaban los manifestantes, que llevaban pancartas y vestían camisetas alusivas a la desgracia. En una se podía leer la inscripción: "Querido, no me imagino la vida sin ti". De las 239 personas que viajaban en el avión siniestrado, 153 eran ciudadanos chinos. "¡Mi hijo. Mi hijo. Devuélvanme a mi hijo!", gritaba un hombre que formaba parte del grupo reunido frente a la embajada malasia.
"El Gobierno de Malasia debe basar sus conclusiones en pruebas más reales, no en estudios de satélites. Sin haber recogido ninguna pieza del avión ni haber comprobado nada, el primer ministro malasio debería salir a pedir perdón", explicó a Efe un hombre que aún aguarda la llegada de su madre, viajera del vuelo desaparecido el 8 de marzo cuando cubría el trayecto Kuala Lumpur-Pekín.
Las familias, que han estado más de dos semanas congregadas en un hotel de la capital china, enfurecieron hoy al suspenderse la sesión informativa que cada mañana organizaban las autoridades malasias sobre los avances de la investigación, después de que anoche Malasia les asegurara que el avión cayó al océano Índico y no hay esperanzas de encontrar a supervivientes.
"Cada día vienen diplomáticos y representantes de la compañía aérea, pero anoche ya nos dijeron que habían concluido que el avión se estrelló en el Índico sin tener pruebas concluyentes y hoy a las diez de la mañana, la hora de la reunión, nadie vino. Es un gesto irrespetuoso", manifestó en declaraciones a Efe Steve Wang, un joven manifestante.
El grupo de familias, formado por unas 200 personas, duda de la versión oficial malasia, que se basa en nuevos análisis de datos facilitados por satélites, y tacha al Gobierno malasio y a la línea aérea de "mentirosos". "Malaysia Airlines ha retrasado las tareas de búsqueda y ha engañado todo el tiempo. Y el Gobierno de Malasia es el culpable, no se puede confiar en él. Esperamos que Pekín nos ayude a recuperar a nuestros familiares", indicó a Efe el padre de uno de los pasajeros del vuelo MH370, mientras esperaba en un autobús a que les trasladaran a la embajada malasia para protestar.
En un principio, los familiares pretendía desplazarse hasta la sede diplomática en unos autobuses que les esperaban a las puertas del hotel pero, tras una larga espera, decidieron ir a pie. "Presionamos más de esta manera", explicó el joven Wang tras vencer la barrera de policías y guardias de seguridad que al principio trataron de detener la marcha a la fuerza, enfrentándose directamente a los familiares para que volvieran a los vehículos.
No obstante, el enfado, la angustia y la desesperación de muchos de los ciudadanos llevó a que las autoridades dejaran que protagonizaran una marcha de dos horas que cruzó algunas de las principales vías de la capital, donde el tráfico quedó cortado a su paso. "¡Queremos saber la verdad!", gritaba por un altavoz uno de los familiares, vestido con la misma camiseta blanca que la mayoría del grupo y en la que se podía leer "rezad por el MH370".
Con semblante exhausto, cabizbajos y muchos con lágrimas en los ojos, los manifestantes mostraban pancartas con mensajes como "MH370, no nos hagas esperar demasiado", "hijo, tu padre y tu madre tienen el corazón destrozado", "marido, vuelve a casa pronto, ¿qué van a hacer tu esposa y tu hijo sin ti?" o "Malaysia Airlines, dinos la verdad".
Tras ellos, les seguían un gran número de vehículos policiales, ambulancias y los autobuses que inicialmente les iban a trasladar, además de numerosos medios de comunicación que fueron apartados al llegar a la calle de la embajada malasia, acordonada por un gran dispositivo policial y militar. Los familiares consiguieron llegar hasta la puerta de la embajada y hablar con el segundo secretario de la sede diplomática, que más tarde les prometió que el embajador acudiría por la tarde al hotel Lido de Pekín, según explicó uno de los familiares a los medios, a quienes la policía trataba de alejar del lugar a empujones.
Se vivieron momentos de especial tensión, como cuando una mujer cayó desfallecida al suelo cuando trataba de acercarse a los camarógrafos junto a tres familiares más, y las autoridades trataron de impedir el encuentro. "¡Dime la verdad!", gritó enfurecido uno de estos ciudadanos a un policía, mientras otro ciudadano le calmaba asegurándole que las autoridades chinas "no sabían nada", minutos antes de que todo el grupo de familiares fuera evacuado en autobuses y trasladados al hotel Lido de Pekín, el punto de partida de su agonía.
En Australia, el primer ministro Abott dijo que los parientes y allegados de las víctimas serán recibidos con calidez si deciden viajar al país "en momentos desesperadamente difíciles". En Malasia, los diarios locales publicaron sus ediciones del martes con las portadas sobre fondo negro en señal de luto y apoyo a los parientes y amigos de las víctimas.
"MH370 R.I.P (descanse en paz)" rezaba sobre fondo negro la portada del principal diario en lengua inglesa del país, The Star. Las letras de esta frase estaban compuestas por los nombres de las 239 personas que estaban a bordo del avión. "Buenas noches, MH370", publicó por su parte el New Straits Times, también en la portada y sobre fondo negro, haciendo una incisiva referencia a las últimas palabras recibidas por los controladores aéreos en Kuala Lumpur el 8 de marzo, y pronunciadas seguramente por el joven copiloto de la aeronave ("¡Entonces, buenas noches!").
El lunes de noche Malasia, a través de su primer ministro, Najib Razak, había confirmado que el avión de pasajeros se estrelló en el mar, por razones aún desconocidas, y que no había esperanza de encontrar sobrevivientes.