Explosión de dos coches bomba deja 25 muertos en Siria

+ El ejército sirio recuperó la ciudad de Rankus, en manos de los rebeldes, mientras el Papa Francisco exhorta al fin de las hostilidades tras el asesinato de un jesuita holandés.

Internacionales

MILENIO - 2014-04-09

Al menos 25 personas, entre ellas varias mujeres y niños, perecieron hoy en la explosión de dos coches bomba en un barrio de Homs (centro de Siria), informó la agencia oficial siria Sana. Estos atentados, que causaron también más de cien heridos, se produjeron en el barrio de Karam al luz, según Sana, que les atribuyó a "terroristas", el término utilizado por el régimen para designar a los rebeldes. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó el doble ataque, aunque rebajó la cifra de fallecidos a 21.

El domingo pasado al menos 29 rebeldes perdieron la vida en la misma ciudad por la detonación de un vehículo cargado con explosivos en la zona de Suq al Hach, bajo control rebelde. En un comunicado, las llamadas Brigadas al Ansar explicaron hoy que la explosión de ese coche fue fortuita porque su objetivo era la Jefatura de la Policía en Homs, pero estalló minutos antes de lo previsto causando la muerte de varios insurgentes que estaban cerca.

Asimismo, el ejército sirio tomó el control hoy de Rankus, la última ciudad importante en manos de los rebeldes en la región de Qalamun, situada al norte de Damasco y en los confines de Líbano, informó una fuente militar. "Unidades del ejército acaban de terminar sus operaciones en Rankus, restableciendo la seguridad y la estabilidad en esta ciudad tras haber matado a un gran número de terroristas", afirmó una fuente militar citada por la televisión oficial siria.

El régimen sirio usa el término "terrorista" para designar a los rebeldes que luchan contra él. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que cuenta con una red de activistas y de fuentes médicas en el país, confirmó "la entrada del ejército en esta localidad e informó de combates encarnizados y de bombardeos intensivos". Según el OSDH, los combatientes del movimiento chiita libanés Hezbolá, que apoyan a las fuerzas del régimen, están en primera línea en los combates de Rankus, una ciudad situada a 45 km al norte de Damasco y que contaba con 20 mil habitantes antes de que comenzara la guerra en 2011.

Una fuente militar afirmó a la AFP el martes que las fuerzas del régimen se habían apoderado de las colinas cercanas a Rankus y rodeaban la ciudad. El 15 de marzo, el régimen ya se había apoderado de Yabrud, otro bastión controlado por los insurgentes en esta misma región. Esta captura había privado a las fuerzas rebeldes de las carreteras por las que se abastecían desde Líbano. Según el OSDH, hubo 28 muertos en las filas rebeldes entre martes y miércoles en la región de Qalamun y en la de la Ghuta oriental, al este de Damasco.

Le Media Luna Roja siria y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) distribuyeron por primera vez en diez meses ayudas a los barrios rebeldes del este de la ciudad siria de Alepo. "El martes a mediodía, hemos conseguido, junto con un equipo de ACNUR, llevar ayuda a través del paso de Jisr al Haj" que une los barrios este a los de oeste de Alepo, declaró hoy a la AFP el jefe de las operaciones de la Media Luna Roja siria, Jaled Erksusi. El paso de Jisr al Haj que une los barrios bajo control del gobierno en el oeste de la ciudad con los controlados por los rebeldes en el este.

La ciudad está dividida en dos desde la ofensiva de insurgentes en julio de 2012. "La operación se hizo gracias a un acuerdo de alto el fuego negociado entre todas las partes y que ha sido respectado durante toda la operación", añadió. "Es la primera vez que la ayuda ha podido pasar a través de este paso fronterizo", añadió, y recordó que la última entrega se hizo en junio de 2013 a través de una carretera que pasa por la cárcel central, en la entrada noreste de Alepo. La ayuda distribuida incluía alimentos, mantas, medicinas y utensilios de cocina.

De otra parte, el papa Francisco pidió hoy el fin del conflicto en Siria y expresó su "profundo dolor" tras el asesinato del padre jesuita Franz van der Lugt el martes en la ciudad siria de Homs. "¡Les ruego que se silencien las armas, que se ponga un fin a la violencia! ¡No más guerra, no más destrucción!", exhortó Francisco ante 45 mil fieles reunidos bajo un cielo gris en la plaza de San Pedro del Vaticano.

Jorge Mario Bergoglio denunció asimismo "el brutal asesinato" de su "hermano jesuita", el padre Franz van der Lugt, quien era según las palabras del soberano pontífice "amado y estimado por cristianos y musulmanes". Su asesinato "me llenó de un profundo dolor y me hizo pensar en tanta gente que sufre y muere en ese país mártir, la amada Siria, presa desde hace demasiado tiempo de un conflicto sangriento, que sigue trayendo muerte y destrucción".

El sacerdote jesuita holandés Frans van der Lugt fue asesinado el lunes delante de su casa en la ciudad siria de Homs (centro), donde había decidido quedarse pese al hambre y los bombardeos de las fuerzas del presidente sirio Bashar al Asad. El sacerdote, de 75 años, residía en Siria desde 1966 y fue ejecutado a sangre fría por un desconocido, indicó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).

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