El mandatario visitó la zona afectada por el terremoto del miércoles pasado y acudió a los funerales de las víctimas junto con los príncipes de Asturias
Internacionales
- 2011-05-13
Centenares de personas acompañaron el viernes a los familiares de las víctimas del terremoto más mortífero registrado en España en medio siglo, en un funeral al que también asistieron los herederos de la corona y el presidente del gobierno.
Dos días después de los sismos que dejaron nueve fallecidos -todos ellos españoles-, decenas de heridos y abundantes daños en este pequeño municipio del sureste español, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero visitó el barrio más devastado por el temblor y selló un compromiso para rehabilitar las viviendas afectadas y el deteriorado patrimonio histórico de la ciudad.
Durante la misa fúnebre por las nueve víctimas, los príncipes Felipe y Letizia se acercaron a los familiares para expresarles sus condolencias.
Entre ellos estaba Teresa Corbalán, de 65 años. Su primo Pedro José Rubio Corbalán, un jubilado de 73 años, se encontraba jugando su habitual partido de dominó en un bar de Lorca, cuando el segundo de los temblores del miércoles remeció toda la ciudad.
Cuando huía hacia la calle para ponerse a salvo, una parte de la cornisa del edificio se desplomó sobre él. Murió en el acto. "La familia está destrozada", dijo Corbalán.
Antes de la ceremonia religiosa, Zapatero recorrió el barrio de La Viña, uno de los más castigados y en el que perdió la vida Rubio Corbalán. El jefe del gobierno pudo conversar con algunos vecinos que siguen sin poder volver a sus casas y comprobó de primera mano las tareas de desescombro que realizan efectivos del ejército y protección civil.
En una primera evaluación sobre los edificios de la ciudad, las autoridades estimaron que más de la mitad sufrieron daños superficiales o estructurales.
Algunos vecinos regresaron a sus casas para intentar recuperar pertenencias con ayuda de los bomberos. Se calcula que más de 6 mil personas, muchas de ellas inmigrantes latinoamericanos, pasaron el jueves su segunda noche a la intemperie en los campamentos improvisados por la Cruz Roja y la Unidad Militar de Emergencias.
"Nos estamos preparando para pasar otra noche más aquí", explicó Fiel Carrión, un ecuatoriano de 41 años cuya esposa está embarazada de siete meses.
"Aquí hay poca comida. Es durísimo para nosotros y para nuestras familias que están lejos y están muy preocupadas. Nosotros como inmigrantes lo pasamos fatal, porque los que son aquí de Lorca siempre tienen algún familiar al que acudir", añadió.
En una breve comparecencia ante los medios, Zapatero aseguró que las administraciones ya trabajan en facilitar una vivienda provisional a todos los que perdieron su hogar.
"El gobierno ha volcado todos sus medios para dar respuesta a una situación difícil, que ha creado una gran inquietud en Lorca", dijo Zapatero.
"El terremoto ha sido fuerte y ha tenido impacto, pero es más fuerte la voluntad de este país. Vamos a rehabilitar el patrimonio, las viviendas, los edificios públicos y las infraestructuras", añadió.
Varias Iglesias del siglo XV y el castillo medieval de Lorca sufrieron el embate de los terremotos. Un deterioro del patrimonio histórico-artístico que el gobierno regional de Murcia calificó como el más grave sufrido en Europa en los últimos 15 años.