La Máquina tiene su mejor arranque defensivo al no haber recibido gol en 4 juegos, pero el segundo peor al ataque, al haber marcado dos tantos en este mismo lapso
Deportes
MILENIO - 2015-02-05
Cruz Azul es luz y sombra al mismo tiempo en este Clausura 2015. En una línea es excelso y en otra flaquea terriblemente. Sin embargo, pese a esta descompensación, al equipo cruzazulino le ha alcanzado para sumar ocho puntos y seguir en el tercer lugar de la tabla general.
Aquí el panorama: a Cruz Azul se le complica anotar, de la misma manera como a sus rivales se les dificulta anotarle. Ésta es la dualidad del equipo celeste. Por un lado, La Máquina tiene en su defensiva, liderada por Jesús Corona, como la mejor del torneo; y por el otro, el ataque es su talón de Aquiles, con una sequía de 236 minutos sin anotar.
DEFENSA DE ÁCERO
La línea fuerte del equipo de Luis Fernando Tena es, de nueva cuenta, su defensa que en estos cuatro juegos (360 minutos) no ha recibido gol. El sábado ante Puebla, José de Jesús Corona impuso una nueva marca de imbatibilidad en el club en un inicio de torneo, al superar los 323 minutos que acumuló Óscar Pérez al arranque del Verano 1998.
Eso sí, el portero ha sido clave para su equipo al realizar grandes atajadas en casi todos los partidos que, ante la dificultad que atraviesa la delantera para marcar, se han traducido en puntos.
También resalta que de manera consecutiva la zaga conformada por Francisco Javier Rodríguez y Julio César Domínguez arranque como la menos goleada. En el Apertura 2014 la defensa de La Máquina terminó como la mejor, al recibir 15 goles en 17 partidos.
Por esa misma razón no hubo tantos movimientos en el aparato defensivo de Cruz Azul para este torneo, solo la inclusión de Gerardo Flores por Rogelio Chávez en el once titular, así como la baja de Luis Amaranto Perea, aunque desde el Apertura 2014 el colombiano ya no jugó debido a una lesión. Esta línea no tuvo ninguna alta.
SIN PUNCH AL ATAQUE
Pero así como Cruz Azul camina sólidamente en la defensa, adelante cojea de manera alarmante. En 360 minutos La Máquina solo ha marcado dos goles, y ya lleva dos partidos en blanco.
Con este saldo, Cruz Azul ha igualado su segunda peor marca de goles anotados en torneos cortos. La más deficiente se dio en el Bicentenario 2010, cuando después de cuatro juegos apenas llevaba un tanto marcado en su casillero. Sin embargo, tanto en el Apertura 2014 como ahora en el Clausura 2015, ha vuelto a tener un arranque flojo con dos goles en 360 minutos.
En su debut ante Pachuca, Joao Rojas anotó a pase de Roque Santa Cruz. Una semana después, contra Santos, le tocó a Alemao estrenarse en el futbol mexicano; incluso, en ese partido, la ofensiva generó muchas oportunidades que no concluyó, y de ahí la pólvora de La Máquina se terminó.
Contra Veracruz, Cruz Azul no tuvo llegadas de gol y contra Puebla a lo mucho dos. Es cierto, desde la Jornada 2 no cuenta con Roque Santa Cruz, su fichaje estrella que venía a resolver los problemas ofensivos que arrastra desde el semestre pasado, pero es muy pronto para que este equipo forme una dependencia hacia un jugador que apenas también está conociendo el medio.
Los cuatros refuerzos que trajo para este torneo todos son atacantes, pero solo Roque y Alemao han jugado, mientras que Carlos Lizarazo y Antonio Pedroza no han debutado.
Este arranque raquítico de goles empieza a recordar las dificultades que atravesó en el Apertura 2014, cuando apenas pudo marcar 16 tantos en 17 juegos (menos de un gol por partido) y ahí se gestó su fracaso en ese torneo.
Aunque es muy marcada la descompensación de este equipo, Fausto Pinto, uno de los inamovibles de la defensa, alega que el objetivo es que La Máquina sea un equipo ofensivo.
"Hay sistemas que se pueden componer de una buena defensa y lo cierto es que no es algo que pretendamos, el meternos atrás no es algo que queramos, queremos un Cruz Azul que salga, que juegue bien, sea ofensivo y que meta goles".
El único consuelo que tiene La Máquina en lo que mejora su ataque, es que los dos goles que ha marcado le han significado 8 puntos: dos victorias por la mínima diferencia, así como dos empates sin goles. Esta productividad ha mantenido la alarma apagada y ha propiciado que el equipo trabaje sin presión de más, pero si la sequía se alarga, los malos recuerdos se harán presentes.