Pumas, ofensiva en crisis

La crisis de Pumas pasa por su delantera. El equipo suma cuatro derrotas en siete encuentros y tres de ellas han sido al hilo. El equipo de Guillermo Vázquez ha dado tumbos en el Clausura 2015 y le cuesta concretar sus llegadas ante el marco rival; no aprovecha la superioridad que llega a tener contra distintos sinodales, como sucedió contra el América y también ante Tijuana, en los más recientes duelos.

La ausencia de Daniel Ludueña le pesa a los universitarios, no tienen quien acompañe sus movimientos, pero también es cierto que los atacantes nominales del equipo se han mostrado erráticos. Eduardo Herrera, máximo goleador del cuadro de CU en el semestre pasado, apenas si ha logrado convertir en un par de ocasiones este certamen, mientras que Ismael Sosa, su complemento, ha ido de más a menos: suma tres dianas.



Consciente de que tiene que encontrar variantes y también sabedor de que los refuerzos en ofensiva, como es el caso de Jonathan Ramis, no han funcionado ni rendido como se esperaba, el estratega no rehúye con pretextos al equilibrio que no ha conseguido en la cancha: "tengo que seguir enfocado en trabajar con el grupo y buscar la mejoría, una solución para que cambie la situación actual. En cuanto a los refuerzos, sí, les ha costado la adaptación a algunos, pero es la gente que tenemos".

LA PEOR DEFENSIVA

Con trece goles recibidos en siete jornadas, la zaga de Pumas es la más goleada en lo que va del torneo. El portero, Alfredo Saldívar, poco ha tenido qué hacer para evitar las repetitivas caídas de su arco; la realidad apunta que las desconcentraciones en esta zona no cesan, pese a que Guillermo Vázquez ha tratado de encontrar una fórmula que les otorgue solvencia en la zona baja.

"Se puede decir que el equipo ha sufrido defensivamente. Lo que nos queda es seguir trabajando y no hay más. Por entrega y lucha no puedo recriminarle nada a mis jugadores", advirtió el timonel el pasado domingo, cuando cayeron por la mínima ante el América de Gustavo Matosas