Aíslan ADN de la mitad de las víctimas del avionazo en los Alpes
Los "78 ADN distintos" se compararán con los de familiares de los 150 fallecidos en el avionazo; el gerente de Lufthansa afirma que la segunda caja negra podría no emitir señal alguna por la ...
Internacionales
MILENIO - 2015-03-30
Los investigadores "aislaron 78 ADN distintos" en el lugar donde se estrelló el pasado martes el avión de Germanwings, en los Alpes franceses, los cuales se compararán con los de familiares de los 150 muertos para identificarlos, indicó hoy la fiscalía de Marsella.
Por otra parte, se está construyendo un camino de acceso al lugar donde cayó el avión, el cual será accesible para vehículos todoterreno y permitirá evacuar piezas de la carlinga difíciles de transportar con helicópteros, precisó.
Hasta ahora, los investigadores han acudido a la zona cada día en helicóptero desde el aeródromo de Seyne-les-Alpes, a diez kilómetros del lugar en que cayó el avión, lo que ocasiona unos sesenta viajes diarios.
El fiscal espera que el lunes esté concluida la trocha que están abriendo para facilitar el acceso de vehículos todoterreno al lugar. Este camino permitirá la evacuación, en particular, de grandes trozos de fuselaje, difíciles de transportar por helicóptero.
Desde que ocurriera la catástrofe el martes, los investigadores trabajan para recoger todos los elementos posibles que permitan identificar los cuerpos pero, habida cuenta del estado de los restos y del terreno, muy accidentado, la tarea es muy difícil. Los restos humanos se han transportado hasta la fecha también en helicóptero hasta Seyne-les-Alpes.
La policía nacional instaló allí un laboratorio, en un lugar secreto, donde trabajan "unos cincuenta médicos forenses, dentistas forenses, la policía nacional que trabaja en la identificación, técnicos de investigación locales" que se movilizan "para poder devolver los cuerpos de las víctimas a sus familiares lo más pronto posible", indicó el viernes a AFP Patrick Touron, director adjunto del instituto de investigación criminal de la gendarmería nacional.
"A causa de la degradación de los cuerpos", cualquier elemento puede resultar útil: huellas digitales, joyas y elementos de identidad encontrados en el lugar, piezas dentarias, explicó.
"Hay que tener en cuenta que en las catástrofes, tradicionalmente, el 90% de las identificaciones se hacen a través de las piezas dentales", pero, por sobre todo, en el caso preciso del siniestro del A320 de Germanwings, del ADN.
Revelaciones de la prensa
Mientras las investigaciones prosiguen, la prensa alemana sigue revelando nuevos detalles sobre cómo ocurrió la catástrofe y la personalidad del copiloto Andreas Lubitz que la habría causado.
La edición dominical del diario Bild publicó una estremecedora reconstitución de los últimos minutos del A320 de Germanwings tras haber tenido acceso a las grabaciones de la única caja negra del aparato que ha sido encontrada hasta el momento.
Según el Bild, durante los 20 primeros minutos del vuelo, el comandante Patrick S. y su copiloto Andreas Lubitz hicieron comentarios banales. El comandante explica por ejemplo a su copiloto que no ha tenido tiempo de ir al baño antes de despegar en Barcelona.
A las 10:27 horas, el piloto pide a Lubitz que prepare el aterrizaje en Düsseldorf, destino final del vuelo iniciado en Barcelona. Este último dice "espero", "vamos a ver". El piloto sale para ir un momento al baño y el avión empieza a descender.
Poco después, se oye un "ruido fuerte" como si alguien tratara de entrar en la cabina, escribe Bild. Después la voz del piloto que dice: "¡por el amor de Dios, abre la puerta!". De fondo, los pasajeros empiezan a gritar, dice el diario. El comandante trata de abrir la puerta con ayuda de un hacha y después grita: "¡Abre la maldita puerta!".
Hacia las 10:40 horas, el Airbus toca la montaña, y se oyen los gritos desesperados de los pasajeros. Son los últimos ruidos de la grabación, escribe el Bild. Inmediatamente después, el aparato se estrella a 700 km/hora y se desintegra con sus 150 ocupantes.
¿Novia embarazada?
Este domingo, el tabloide alemán afirmó que la novia del copiloto, una profesora de matemáticas e inglés que vivía con Lubitz cerca de Düsseldorf, le habría dicho a sus alumnos que está embarazada de él. El diario no cita, sin embargo, ninguna fuente.
El sábado, el diario publicó una entrevista de una azafata que había tenido una relación amorosa con Lubitz, y que refuerza la hipótesis de que el copiloto sufría trastornos mentales.
La joven asegura que cuando oyó hablar de la tragedia, le vino a la memoria una frase del piloto: "un día voy a hacer algo que va a cambiar todo el sistema, y todo el mundo conocerá mi nombre y lo recordará".
Si Lubitz "ha hecho esto", "es porque comprendió que debido a sus problemas de salud, su gran sueño de trabajar en Lufthansa, como comandante y como piloto de largo radio, era prácticamente imposible", añade en la entrevista.
Bild aseguró este domingo que Lubitz sufrió un desprendimiento de retina, una afección ocular curable que puede impedir que un piloto siga volando, si no se trata a tiempo.
Otro diario alemán, el Welt am Sonntag, asegura que los investigadores descubrieron en el domicilio de Lubitz "numerosos medicamentos" para "enfermedades mentales". El joven, víctima de "una grave depresión" a raíz del estrés, estaba siendo asistido por "varios neurólogos y psiquiatras".
La fiscalía de Düsseldorf informó el viernes que se habían encontrado rotas bajas médicas en la casa del joven piloto. Bild am Sonntag asegura que los investigadores han encontrado en su apartamento recetas médicas con prescripción de medicamentos maniacodepresivos y gran cantidad de somníferos.
Segunda caja negra, ¿"sin señal"?
De otra parte, el gerente de Lufthansa Kay Kratky dijo hoy que el hallazgo de la segunda caja negra del avión de Germanwings que se estrelló en Francia será muy difícil.
"Podría ser que la carga haya sido demasiada y no envíe señales", dijo Kratky al canal alemán ARD. El avión se estrelló con mucha violencia contra la montaña. La segunda caja negra es imprescindible para tener una mejor idea de lo sucedido.
Por lo que se sabe hasta ahora, fue Andreas Lubitz, el copiloto de 27 años quien estrelló a propósito el avión el martes pasado, con 150 personas a bordo, ninguna de las cuales sobrevivió.
Al parecer, el copiloto ocultó a sus empleadores, la filial de Lufthansa Germanwings, que tenía problemas de salud. Por ahora, no fue confirmado oficialmente que éste tuviera fuertes problemas psíquicos y de visión, como se informa en los medios.