Las aeronaves intentan enfriar la temperatura de los reactores 3 y 4, y restablecer la electricidad, mientras 28 mil personas fueron evacuadas; el emperador Akihito se dirigió al país por televisión.
Internacionales
- 2011-03-17
El director de la Comisión Regulatoria Nuclear estadunidense (NRC), Gregory Jaczko, expresó ayer que los niveles de radiación en la central nuclear de Fukushima son “extremadamente elevados”.
Los reactores 3 y 4 han centrado la preocupación de los expertos que trabajan en la zona, por la temperatura que está alcanzando el combustible nuclear gastado en las piscinas de estas unidades.
“Creemos que la muralla secundaria de confinamiento ha sido destruida [en el reactor 4], que no hay más agua en las piscinas con los combustibles gastados y que los niveles de radiación son extremadamente elevados”, advirtió Jaczko, hablando de unos daños en este reactor mucho mayores de lo que habían dicho hasta ahora las autoridades niponas.
Asimismo, helicópteros del ejército japonés lograron verter una gran cantidad de agua en la mañana de hoy sobre dos de los reactores de la central nuclear de Fukushima para intentar enfriar las barras de combustible cercanas al núcleo, que amenaza con entrar en fusión, según imágenes transmitidas en directo por la televisión pública NHK.
Los aparatos, de tipo CH-47 Chinook, sobrevolaron la central y vertieron en cuatro ocasiones 7,500 litros de agua sobre los reactores dañados 3 y 4, según las imágenes. Aunque no hay informaciones sobre el resultado de la operación, que será repetida, la corriente eléctrica en la central podría ser restablecida parcialmente esta tarde, afirmó la Agencia de Seguridad Nuclear japonesa, citada por la agencia Kyodo.
Minutos antes de que los helicópteros comenzaran a operar sobre la central nuclear de Fukushima, las autoridades aumentaron en unas 28 mil personas el número de evacuados desde el miércoles en las localidades cercanas a la central para evitar ser expuestos a la radiación, según informó NHK. Las autoridades aumentaron a 5,178 los muertos y a 8,606 los desaparecidos por el sismo y posterior tsunami del día 11 en el noreste de país, según el último cómputo oficial facilitado ayer por la policía.
El restablecimiento de la electricidad podría permitir encender las bombas de refrigeración de los reactores y llenar las piscinas en donde se encuentran las barras de combustible irradiadas. La operación comenzó alrededor de las 9:48 de hoy (hora local, 18:48 hora de ayer en México). Los helicópteros vertieron varias veces sus cisternas de agua sobre los reactores e, instantes después, columnas de humo blanco empezaron a salir de la estructura.
La agencia oficial Kyodo teme que el humo sea vapor de agua radiactivo procedente de la piscina que almacena las varillas, y eso indicaría que el recipiente de seguridad que protege al núcleo está dañado. Además, un camión cisterna provisto de un cañón de agua está también preparado para repetir la operación sobre el reactor número 4. Al mismo tiempo, se está intentando establecer un cableado eléctrico nuevo para alimentar los generadores —averiados en casi todos los reactores— que alimentan la bomba de agua que enfría las piscinas de barras de combustible. La cadena NHK explicó que los pilotos tienen órdenes de no quedarse estáticos para evitar quedar expuestos a grandes cantidades de radiación procedente del complejo que tienen justo debajo.
El presidente estadunidense, Barack Obama, propuso al primer ministro japonés, Naoto Kan, enviar al archipiélago “más expertos nucleares” y participar también “en los esfuerzos de reconstrucción a mediano y largo plazo”, dijo el portavoz del gobierno japonés, Yukio Edano.
La magnitud de la tragedia llevó ayer al emperador Akihito a dirigirse por televisión a la población por primera vez en sus 22 años de reinado para pedir calma y rezar por los supervivientes. Con una apariencia triste y estoica, Akihito, de 77 años, afirmó que está “profundamente preocupado” por la crisis en los reactores nucleares dañados e instó a las personas a ayudarse las unas a las otras en estos momentos difíciles tras un terremoto que describió como de “una escala sin precedentes”.
- Claves
En Canadá
• Un incidente en una central nuclear canadiense produjo el derrame de miles de litros de agua ligeramente radiactiva en el lago Ontario, en la frontera con EU, dijeron ayer las autoridades, que minimizaron el hecho.
• “Este suceso es menor, según la actual reglamentación, y solo tiene efectos insignificantes sobre el medio ambiente, y ningún impacto sobre la salud humana”, dijo Ontario Power, productor público de electricidad.
• “No hay ningún efecto sobre la calidad del agua potable”, subrayó el grupo.
En Akita, vacían los supermercados
••• Por temor a un empeoramiento de la crisis nuclear, los habitantes de Akita (norte), a varios cientos de kilómetros de Fukushima, vaciaban desde ayer los estantes de los supermercados y hacía cola en las estaciones de servicio. “Creo que habrá penuria. Creo que no habrá más carne ni pescado, por eso compro”, explicaba a la prensa la joven Takana Takegawa, cargando varias bolsas llenas de alimentos. La mujer de 24 años dijo que “al principio pensé que no debíamos inquietarnos por la salud, pero ¿hasta cuándo? Me gustaría recibir informaciones más claras”, añadió, admitiendo sentirse “muy inquieta por lo que va a suceder en Japón en el futuro”. Akita, una ciudad del interior de 325 mil habitantes más cercana a la costa oeste, no sufrió el temblor, pero se nota la crisis. En pocas horas, las estanterías del supermercado Itoku quedaron prácticamente vacías. Madres acompañadas por sus hijos, pero también un número inhabitual de hombres, trataban desesperadamente ayer de hacerse con los últimos trozos de filetes de shabu shabu (para hacer una especie de fondue japonés), tofu (pasta de soya) o bolas de arroz onigiri. “Lo que he escuchado en los informativos no me ha tranquilizado”, declaró Imaijimi, un hombre de 65 años. “Estoy muy inquieto puesto que la radioactividad es muy peligrosa para la salud”.