Puebla vence a Chivas y se corona campeón de la Copa MX

El mejor jugador mexicano en las dos últimas décadas, Cuauhtémoc Blanco, se despidió de las canchas con el título de la Copa MX, luego que Puebla derrotó 4-2 a Guadalajara, en la final que se disputó en el estadio Universitario BUAP.

Los goles de la victoria fueron obra del argentino Facundo Erpen, al minuto siete, del colombiano Luis Gabriel Rey (26) y del argentino Gustavo Matías Alustiza (59 penal, 67). Aldo de Nigris marcó por los tapatíos (54, 55), además de fallar desde los “once pasos”, al 86.

Dos remates de cabeza bastaron para que el cuadro de la “Franja” le diera una pequeña alegría a su afición, que tantos sinsabores ha sufrido en los últimos tiempos, principalmente en este semestre que parecen destinados al descenso.

El cuadro tapatío ofreció quizá su peor actuación en este certamen, sobre todo en su cuadro bajo, que sufrió con los balones aéreos y cuando se dio cuenta ya tenía dos en contra.

La primera anotación se originó en el cobro de una falta muy lejana por izquierda a segundo poste, donde Michael Orozco recentró a la altura del manchón penal, donde el argentino Facundo Erpen se levantó para conectar otro testarazo al fondo de las redes, al siete.

El control lo mantuvo el conjunto local y antes del minuto 30 ya ganaba por dos, en otro balón parado, ahora por el sector de la derecha, al área, donde Luis Gabriel Rey conectó un frentazo letal al ángulo superior izquierdo, al minuto 26.

Tanto era el descontrol de Chivas, que se salvó de una tercera anotación cerca del descanso en un mano a mano de Alonso Tamay, que Antonio Rodríguez ganó para evitar la caída de su marco.

Las fallas que tuvo Puebla para liquidar el partido le costaron muy caro, ya que para el complemento, al “Rebaño Sagrado” le bastaron solo dos jugadas para lograr el empate.

Primero, De Nigris, por izquierda, metió un centro que no llevaba nada, pero Erpen “mosqueó” a Villalpando, quien no pudo atajar el balón que terminó en el fondo de las redes, al minuto 54, y solo un minuto después, el propio Aldo se encontró con un rebote y únicamente tuvo que empujarlo al fondo de las redes.

El momento era de Chivas, algo que no entendió Kristian Álvarez, quien de manera increíble metió una mano dentro del área para que se decretara la pena máxima que el argentino Gustavo Alustiza concretó con un potente disparo, imposible para Rodríguez, al 59, con el que el local recuperó la ventaja 3-2.

Y ocho minutos después, el “Chavo” Alustiza, en una gran jugada individual, se quitó a Miguel Ponce para cruzar su disparo y poner el cuarto gol.

Fue cuando el juego ya parecía definido que apareció el “festejado”, Cuauhtémoc Blanco, quien ingresó a la cancha para disputar sus últimos minutos como futbolista.

Chivas todavía tuvo la posibilidad de reaccionar, pero De Nigris, quien le devolvió la vida a su equipo, falló desde el manchón penal al enviar su remate por fuera.

La energía eléctrica parecía saber que Blanco vivía sus últimos momentos en la cancha y quiso disfrutarlo hasta lo último, por lo que las luces se apagaron y tardaron casi diez minutos en volver a prender, para darle una despedida digna a un ídolo del futbol mexicano, que se va como campeón