El gobierno regresó dos embarcaciones, con unas mil personas, a su lugar de origen
Internacionales
Excelsior - 2015-05-15
a Marina de Malasia detuvo ayer dos embarcaciones con alrededor de mil migrantes a bordo, uno de los cuales fue enviado a su puerto de origen, informó ayer el secretario del Consejo de Seguridad Nacional, Mohamed Thajudeen Abdul Wahab, sin precisar cuál es ese puerto.
La otra embarcación fue reparada por un desperfecto, pero también deberá volver al mar. Las dos embarcaciones fueron interceptadas frente a la isla de Penang, en el noroeste del país sudasiático.
Por otra parte, el gobierno en Kuala Lumpur anunció una línea dura contra los inmigrantes y patrullas más intensas frente a las costas. “Los barcos que trasladan a inmigrantes ilegales no pueden ingresar en aguas malayas”, dijo el director de la autoridad marítima MMEA, Amdan Kurish.
A principios de la semana llegaron alrededor de mil inmigrantes de Birmania y Bangladesh a la isla de Langkawi, unos 100 kilómetros al norte de Penang. De acuerdo con informaciones del gobierno, hay actualmente 151 mil refugiados en Malasia, 94% de ellos oriundos de Birmania, desde donde huyen muchas personas de la minoría musulmana de los rohingya.
Llamado de auxilio
Miles de emigrantes de Birmania y Bangladesh seguían a la deriva en el mar del sudeste asiático mientras los gobiernos de la región rechazan hacerse cargo de las embarcaciones, ignorando los llamados a acabar con este juego de “ping-pong humano”.
“Por favor, ¡ayúdennos!”, suplicaban los ocupantes de un barco en el que viajan 300 emigrantes rohingyas (minoría musulmana considerada por la ONU como una de las más perseguidas del mundo) cerca de las costas tailandesas.
“Unas diez personas han muerto durante el viaje. Tiramos sus cuerpos al mar”, explicó uno de los emigrantes.
“Llevamos dos meses en el mar. Queríamos ir a Malasia, pero no hemos logrado llegar al país”, señaló.
Para Amnistía Internacional es “desgarrador pensar que cientos de personas están en este momento a la deriva”.