En Hospital de Coatzacoalcos funciona la Clínica del Dolor

“Quitar el dolor es obra divina”, señalaba Hipócrates, sentencia que sigue uno de los más connotados médicos en el tratamiento del dolor crónico, expresó José Ríos Girard, quien actualmente suma su experiencia a la formación de la Unidad de Cuidados Paliativos y la Clínica del Dolor del Hospital Regional de Coatzacoalcos Dr. Valentín Gómez Farías.

La especialidad de la medicina dedicada al estudio, diagnóstico y tratamiento del dolor es conocida como algiología, rama que se busca abordar en este nosocomio para tratar a los pacientes mediante el uso de medicamentos, bloqueos nerviosos, fisioterapia y ayuda psicológica.

El objetivo es atender, en primera instancia, a personas de cuidados paliativos, para que esta acción les permita mejorar su calidad de vida y la de sus familiares.

La tanatología se ha convertido en un gran apoyo para los enfermos terminales, pues encuentran en esta rama de la medicina el apoyo para sobrellevar con mejor actitud su padecimiento; esto, se puede lograr mediante la atención integral, la participación activa de sus seres queridos y la promoción del principio de autonomía y dignidad.

Entre la lista de casos que ha atendido Ríos Girard, se encuentra el de una persona que durante 30 años había vivido con dolor; de acuerdo con la valoración médica inicial, tenía una neuralgia del nervio trigémino, sin embargo, su afección provenía de una rama específica del nervio palatino que fue bloqueada permitiéndole finalmente vivir sin malestar.

Los estudios realizados y aplicación de los mismos, brindarían amplio beneficio a la población de la región sur de la entidad veracruzana; asimismo, se ofrecería atención a pacientes de Tabasco, Oaxaca y Chiapas, estados referencia para el Hospital Regional de Coatzacoalcos.

Ríos Girard cuenta con trabajos de investigación para congresos internacionales, ha participado en la formación de libros destacados de medicina referentes al dolor y escrito diversos artículos publicados a nivel internacional; además, fue presidente de la Asociación Mexicana para el Estudio y Tratamiento del Dolor, pero está convencido de aún no ser el médico que desde niño quería ser y que le falta mucho por hacer.