+ Don Juan Fonseca Aguirre, de 61 años de edad, padre del reportero Gabriel Manuel Fonseca, desaparecido el 17 de septiembre de 2011, hasta la fecha no tiene noticias del paradero de su hijo.
Zona Sur
Fabián Antonio Santiago Hernández - 2015-09-15
Mira al infinito, en el rostro refleja la tristeza, el dolor y la angustia. ¿Cree que su hijo esté con vida? "es muy difícil", dice con voz entrecortada.
Viste pantalón de mezclilla deslavado por paso del tiempo, cinturón negro, playera azul cuello redondo, con publicidad de un centro botanico, zapatos negros, cubre su cabeza con un pequeño sombrero ya con marcas del tiempo.
Asu lado una silla deteriorada, un banquito de madera y su caja de bolear.
Don Juan Fonseca Aguirre, de 61 años de edad, padre del reportero Gabriel Manuel Fonseca, desaparecido el 17 de septiembre de 2011, hasta la fecha no tiene noticias del paradero de su hijo, "nadie nos informa, no sabemos nada, es angustiante", -dice-
Gabriel Manuel Fonseca, un jovencito humilde, tenía 19 años el día de su desparición.
La pobreza en la que nació, creció y se desarrolló, lo obligó desde chavito a trabajar, en lo que fuera, la intención era ganarse unos centavos para contribuir en la familia.
Fué acompañante de una reportera, repartidor de periódico, hasta que le dieron la oportunidad de aprender el oficio, su pasión eran "las exclusivitas jefecito", se emocionaba cuando veía en el diario una nota publicada que ni un otro medio la traía.
Era un chamaco noble, con deseos de superación "jefecito ayudame, quiero estudiar, y algun día quiero ser licenciado y ganar mucho dinero, para ayudar a mi familia, a mi papá, a mi mamacita y a Ricardo, mi hermano", comentó a ester reportero un día. El día que se inscribió para estudiar en la UPAV en Soconusco, estaba contento, estaba alegre, hubo quienes le apoyaron para la inscripción, para las libretas.
Este reportero sostiene una plática con don Juan, en el lugar donde labora lustrando calzado, en la calle Hidalgo.
¿Como ha sido la vida de su familia, luego de cuatro años de la desaparición de Cuco?
"La vida ha sido muy triste, porque, la que sufrió fue mi señora, por su dolor, se le fue la mente, tanto pensar, yo gracias a Dios no caí, me duele mucho porque es mi hijo, pero sigo de pie, lo sigo sientiendo porque aqui lo traigo -dice al momento de tocarse el corazón-.
Yo necesito estar fuerte, necesito trabajar para mi familia, que voy hacer, necesitamos recursos, no puedo seguir buscando, ¿cuando lo encuentro?,si las autoridades no lo han encontrado, yo solo menos.
Don Juan recuerda con tristeza, el día en que ya no regresó a casa.
"El siempre salía a trabajar, llevaba una mochilita, su libreta, su cámara, el siempre me visitaba aqui donde trabajo, donde boleo, siempre venía y me preguntaba como estaba, me dejaba 50 o 100 pesos para mi material de trabajo y se iba" -recuerda-.
Ese día, el se fue, le dio un beso a su madre y se fue, el siempre regresaba entre 10 y 11 de la noche, ese día 17 de septiembre de 2011, ya era tarde y no regresaba.
Lu fui a esperar a la carretera, pero el nunca llegó.
Los minutos pasaban, las horas pasaban y la deseperaciòn aumentaba, no sabíamos nada de el, yo salí a buscarlo, un tío de él me dijo que lo había visto por super ahorros.
Fui a la inspección de policía y me dijeron que no sabían nada, luego fui al Ministerio Público a presentar la denuncia, quedaron de investigar, pero no pasó nada.
Un día "Cuco" como le decíamos, nos dijo que ya estaba cansado de trabajar como reportero, que estaba por entrar a otro trabajo "luego les digo donde", fué la expresión que tuvo para comentar a sus padres de su hartazgo de ser reportero.
Don Juan desde la desapariciòn de Cuco ¿Que les han dicho las autoridades? "no me han dicho nada, solo que están investigando, en ocasiones van y me pregunta que me dicen, que me cuentan, pero nada en concreto, no me han comentado nada", dice con una profunda tristeza.
"El MP quedó de resolver la investigación, pero nada, se fueron con el dos más, una señora llora porque no sabe del paradero de su hijo.
¿Lo han puesto frente algún cadáver? "no, en realidad no, solo dos ocasiones nos tomaron muestras para el ADN, nos dijeron que en tres meses tendríamos respuesta, pero hasta ahorita nada" -dice-
Cuando aparecieron muchos cuerpos en el Rancho de "La Sota de Oro", un amigo me avisó, medio 20 pesos para mi pasaje y fui.
Había un portón, estaba la marina y mucha gente.
Yo pedí permiso para entrar, pues dije que tenía un hijo perdido.
Pude ver como sacaban muchos cuerpos, apestaba el lugar, pero no pude encontrar nada, me retiré -afirma-
En la agencia primera del ministerio público se inició la investigación ministerial 621/2011, donde se consigna que Cuco y el "tegogolo" fueron vistos por última vez por "super ahorros".
En este declararon varias personas, una reportera con la que había una fuerte convivencia, esta no aportó información, otro reportero y editor a cargo del periódico para el que trabajaba Gabriel Maniel Fonseca en Oluta, no solo dice desconocer el problema, también declara que no el desaparecido no era reportero de esa casa editorial.
En esta investigación es turnada a Xalapa, a la Fiscalía especializada, donde se supone que le darían seguimiento, pero hasta el momento nada se sabe.
Incluso el Gobierno del Estado, encomendó a la doctora Mireya Toto, que se encargara del seguimiento, nada se sabe.
Una versión que nadie confirma, apunta que un tiempo despues de la desaparición de "Cuco", en un rancho, en el municipio de Soconusco, bajo el amparo de la oscuridad, se reportó la presencia de unos cuerpos calcinados, metidos en un tambo que al rededor y al fondo tenía huecos.
Hasta el lugar del hayazgo, acudió la marina, SEDENA, policía del Estado y un oficial secretario de la Agencia Primera del Ministerio Público de Acayucan.
El levantamiento fue sigiloso, con hermetismo, sin permitir a la prensa el acceso.
Pero una fuente hace una revelación, en el tambo había restos humanos que no lograron calcinarse, así como pedazos de ropa y un zapato deportivo (tenis), identicos a los que justamente días antes Gabriel Manuel Fonseca Hernández, había comprado en abonos con una dama acayuqueña y que unas amigas reporteras le ayudarían a pagar.
Sin embargo, hasta el momento nada se sabe, no hay noticias de nada.
Incluso los periodistas acayuqueños planean ir a la ciudad de Xalapa y realizar un protesta, en la plaza lerdo, al cumplir cuatro años de que el "jefecito" desapareció.
Mientras tanto don Juan, su esposa doña Candelaria y su hijo Ricardo, siguen viendo al infinito, en espera de saber algo, por momentos pierden la fe, por momentos les atormenta esta situación, pero al final saben que Cuco, sigue en el corazón de todos los que tuvimos la fortuna de conocerlo.
Don Juan dice que la comisión para los periodistas le estaba mandando un dinerito, pero desde el tiempo de la política no le han mandado nada, lo que hace más difícil la situación, sobre todo que "se enfermó mi esposa, lugo de la pérdida de nuestro hijo, como cinco o seis meses etuvo muy mal, para controlarla tuvimos que ponerle ampoyetas recarisimas, aparte 700 pesos por cada consulta, ella perdió la razón, por tanto pensar en su hijo", -sostiene-.
Doña Candelaria, ve la foto en la pared, eso hace que su estado emocional cambie, se pone depresiva. Ricardo, está mal, quiere cer a su hermano.
Cuatro años de angustia y dolor, cuatro años de contínuo silencio, que no solo tiene perdido a Cuco, si no que también robó la tranquilidad de su familia, cuatro años que al burocratismo no ha servido para dar resultados. Cuatro años que en Veracruz ha servido para evidenciar que el ser periodista es vivir con el peligro, vivir con la muerte.