+ Hay lugares donde ni siquiera se puede ir a comprar si no hay vigilancia militar, dice. Acompañado por Álvarez Icaza, el poeta reprocha la solicitud de juicio político a Calderón.
Internacionales
- 2011-06-12
El poeta Javier Sicilia y el ex ombudsman capitalino Emilio Álvarez Icaza convocaron a una conferencia de prensa, luego de un mitin que miembros de la Caravana del Consuelo realizaron este mediodía en esta ciudad estadunidense, para aclarar que no piden el regreso del Ejército a sus cuarteles en este momento.
El día previo, durante la firma del Acuerdo Ciudadano para la Paz en Ciudad Juárez, Chihuahua, cuando se leyó el documento en la Plaza Benito Juárez, los oradores manifestaron que una petición del movimiento era el retiro de las calles de las fuerzas armadas. En ese instante, visiblemente molesto, Sicilia movía la cabeza de un lado a otro en ademán de negación.
Este sábado, durante la conferencia con reporteros, Sicilia y Álvarez Icaza reiteraron una y otra vez que no, que por el momento no forma parte del acuerdo el repliegue del Ejército a sus cuarteles.
Explicaron que se trató de “un error que ha causado escozor”, pues en la plaza se estaba leyendo una relatoría de las nueve mesas de trabajo que se formaron para elaborar el documento. Cuando se le preguntó a Sicilia la razón por la cual no aclaró el punto en ese momento, dijo que era imposible porque se iba a enturbiar el acto.
Ambos miembros de la Caravana por la Paz subrayaron que la salida del Ejército de las calles es una petición muy firme y arraigada en Ciudad Juárez, una “presión” de muchos grupos locales, y apuntaron que eso se debe tomar en cuenta y respetar, pero que la situación de violencia e inseguridad es diferente en cada estado de la República, y que, por ejemplo, en Tamaulipas, Durango, Chiapas o Michoacán, la gente no quiere que el Ejército se vaya.
“Hay lugares en donde la gente ni siquiera puede ir a comprar alimentos si no está el Ejército”, puntualizó Álvarez Icaza.
“Hay que atender a Juárez y su radicalidad, pero eso no puede llevarse a lo nacional. Juárez es una particularidad del país, no es el país entero. Esto es un agravio nacional, no es un asunto de izquierdas y derechas”, precisó el poeta.
Sicilia dijo que la idea es, como lo ha expresado en diversas ocasiones en los mítines a los que acude, que las fuerzas armadas sí vuelvan a sus cuarteles, pero no ahorita. “Nunca se pidió eso. Si el Ejército fue sacado de manera irresponsable a esta guerra, y esa decisión visceral del Presidente ha causado 40 mil muertos, no podemos en este momento regresarlo de la misma forma impulsiva para que la situación empeore. Sería igual de visceral y sería llevar la situación a algo mucho más terrible. Esa posición de retirar al Ejército de las calles es igual de atroz a la de haberlo sacado como lo sacaron, y nos va a generar un problema mayor”.
—Entonces, para precisar, ¿no piden la salida inmediata del Ejército de todo el país? —se les planteó.
—No, para nada. No somos tan irresponsables… —respondió Sicilia.
—No, no se trata de que el Ejército se repliegue en este momento, no… —segundó Álvarez Icaza.
—¿Estaban muy enojados cuando se estaba leyendo el documento? —les preguntó MILENIO a ambos.
—Sí, muy enojado, muy encabronado… —respondió Sicilia.
—Sí, sumamente molesto, porque se prestó a una confusión terrible. Que esto no se preste a confusiones: dialogar no es claudicar… —contestó Álvarez Icaza.
—¿Ganaron los duros, los radicales? —se les cuestionó.
Sicilia respondió:
—No sé si ganaron los duros, no es eso, fue un error, una lectura de las relatorías de las mesas, pero lo único que vale es el acuerdo que ya habíamos firmado el 8 de mayo en el Zócalo de la Ciudad de México, porque todo lo demás es un asunto, son discusiones de las mesas de trabajo, temas en construcción, algo perfectible que se irá discutiendo. Son demandas que se tienen que escuchar y atender, pero en este momento lo único definitivo como piso de lo que queremos es lo firmado en mayo (reforma política, proyecto de seguridad con policías profesionales desmilitarizadas, inversiones sociales, justicia en casos de ejecuciones, secuestros y desapariciones, entre otros temas), y algunos puntos de la resistencia civil que se habrán de practicar si los políticos y gobernantes no responden a nuestras demandas, como es el boicot tributario.
Sicilia y Álvarez Icaza precisaron que nunca se avaló una petición de juicio político contra Felipe Calderón para que formara parte del acuerdo, e insistieron en que fue producto de la lectura indebida de lo que se discutía y proponía en las mesas.
Ambos informaron que ya hay contactos para que su movimiento acuda a dialogar sobre esos seis puntos del acuerdo de mayo con el gobierno federal, el Poder Legislativo y los gobernadores, y que se trabaja en los formatos para que dichos encuentros sean públicos, ante medios de comunicación.
A lo largo del mitin en El Paso, Sicilia reiteró que sí es petición de su movimiento que se suspenda la Iniciativa Mérida, que se detenga el tráfico de armas proveniente de Estados Unidos, y que se abata del consumo de drogas en ese país, ya que todo ello es detonador de la violencia en México.