El congresista republicano Michael McCaul anunció ayer el inicio de audiencias para llegar al fondo de la operación Rápido y furioso.
Internacionales
- 2011-03-18
El congresista republicano Michael McCaul anunció ayer el inicio de audiencias para llegar al fondo de la operación Rápido y furioso, la misión “fallida” que permitió durante 15 meses el tráfico ilegal de armas hacia México bajo el soslayo de agentes de la Oficina para el Control de Alcohol, Tabaco y Armas (ATF, por sus siglas en inglés).
“Obviamente no puede decirse que los agentes de ATF hayan trabajado en complicidad con los cárteles mexicanos. Lo que estaban tratando de hacer era rastrear las armas para llegar hasta quienes las obtenían, pero fue una operación fallida; por eso queremos una investigación y estamos preparando audiencias”, dijo McCaul, quien preside la subcomisión de Seguridad Interna de la Cámara de Representantes estadounidense.
El legislador se mostró dispuesto incluso a discutir este asunto con representantes del Congreso mexicano para determinar de qué forma se puede ayudar más al país, y para insistir en la necesidad de que “tenemos que trabajar juntos” contra una amenaza para las dos naciones.
“Tenemos que seguir apoyando al gobierno mexicano para erradicar definitivamente esta amenaza de los cárteles”, dijo McCaul, quien habló con reporteros en el marco de la conferencia anual sobre asuntos fronterizos de la Cámara de Comercio Estados Unidos-México.
Aunque no adelantó fecha ni formato de las audiencias, McCaul tendrá que esperar los resultados de la investigación que realiza el Departamento de Justicia.
Apenas la semana pasada, un grupo de legisladores republicanos, encabezado por el representante por Texas y presidente del Comité de Justicia de la Cámara Baja, Lamar Smith, instó al Departamento de Justicia para que les entregue los resultados de la indagatoria este viernes.
Buscan proteger a sus agentes
McCaul también adelantó que las leyes que prohíben que agentes de EU porten armas en suelo mexicano, será un tema de discusión en futuros encuentros parlamentarios con México.
“No puede ser que nuestros agentes, que están ayudando a un país que, como ha dicho el presidente Calderón, está en guerra, vayan desprotegidos”, dijo al pronunciarse por revisar un convenio de 1990 que impide que agentes de EU porten armas en México.
“Las condiciones han cambiado mucho desde entonces, y la muerte del agente Jaime Zapata es prueba del riesgo que corren todos los días nuestros agentes en México”, dijo.