ROMA: Berlusconi defiende su gobierno en el Parlamento

El primer ministro Silvio Berlusconi compareció hoy de nuevo ante el Parlamento, donde insistió en que cuenta con la mayoría necesaria para gobernar, mientras afuera decenas de manifestantes se enfrentaron con las fuerzas del orden.

Berlusconi, quien la víspera habló en el Senado, estuvo hoy ante la Cámara de diputados para 'verificar' si su Ejecutivo aún cuenta con los números para gobernar, como lo solicitó el presidente, Giorgio Napolitano.

Berlusconi reiteró que continuará hasta el final de la legislatura, en 2013 y que una crisis de gobierno sería una 'desgracia'.

Insistió en que su alianza con Umberto Bossi, líder de la Liga del Norte, se mantiene y que la oposición no está en grado de gobernar.

'La mayoría (oficial) existe, es fuerte, unida y es la única capaz de garantizar la gobernabilidad del país', aseguró.

El primer ministro recordó que la víspera su gobierno alcanzó en la Cámara de diputados (con 317 sufragios), el voto de confianza en un decreto de ley sobre el desarrollo.

'Por primera vez desde que salió (del gobierno) un grupo (disidente), la mayoría (oficial) superó los 316 votos. Tenemos la mayoría para gobernar', remarcó.

De no haber obtenido el voto de confianza en el decreto de ley en cuestión, el Ejecutivo habría caído.

Asimismo, Berlusconi, debilitado tras perder las elecciones administrativas del mes pasado y un referéndum sobre la energía nuclear, reiteró que no pretende mantenerse 'eternamente' en el gobierno.

En tanto, Bossi dijo que el discurso del primer ministro fue 'bonito con las palabras', pero aclaró que 'nosotros esperamos hechos'.

La Liga del Norte condicionó su apoyo al gobierno al cumplimiento de varios pedidos, entre ellos una reforma fiscal, el retiro de la operación militar en Libia o la transferencia de varios ministerios a ciudades del norte, como Milán o Monza.

Mientras el jefe de gobierno comparecía ante la Cámara de diputados, afuera decenas de desempleados y jóvenes 'precarios' (sin contrato laboral) se enfrentaron con las fuerzas del orden, que acordonaron el centro histórico