Congresista exige penalizar tráfico ilegal y normar venta
Internacionales
- 2011-07-01
El demócrata de mayor rango en el Comité de Supervisión Gubernamental en la Cámara de Representantes, Elijah Cummings, denunció el flujo de “armas de guerra” que siguen cruzando la frontera sur y anunció la introducción de una iniciativa de ley para criminalizar una actividad que sigue generando enormes beneficios a la industria de las armas y una dolorosa cuota de muertos en México, mientras el poder político de Washington mira a otro lado.
“Estamos hablando de armas de guerra, no de armas que alguien compra para ir de caza. Estamos hablando de armamento de tipo militar. Tenemos que encontrar una solución con sentido común. Estamos hablando de una situación de vida o muerte”, aseguró Cummings durante un foro dedicado al espinoso asunto del tráfico de armamento que sigue dotando de un enorme poder de fuego a los cárteles de la droga.
El demócrata formó parte de la delegación bipartidista de siete congresistas que viajó a México los pasados 24 y 25 de junio para ampliar las pesquisas por el operativo de Rápido y furioso.
“La semana pasada viajé a México con el presidente de la comisión de supervisión, Darrel Issa, y otros cinco miembros del Congreso para reunirnos con autoridades del gobierno mexicano y representantes de EU. Durante nuestros encuentros, ellos arrojaron luz sobre una situación alarmante: decenas de miles de armas de alto poder militar están siendo traficadas desde EU”, aseguró Cummings.
Precisamente, durante el foro en el que se presentó el reporte “Outgunned” (Rebasados en armamento), la directora legislativa de la organización Violence Policy Center, Kristen Rand, aseguró que 11 de los 15 más importantes productores de armas en Estados Unidos dieron un giro importante a sus negocios para aumentar la producción de armas de asalto de alto poder.
“Hay un enorme mercado para este tipo de armas entre los traficantes de drogas en México”, señaló Rand, quien denunció que la inmensa mayoría de las armas de tipo militar que han dado un alto poder a los cárteles de la droga tienen su origen en Estados Unidos.
Durante el evento, Cummings señaló que las deficiencias de las leyes federales impiden un combate eficaz contra el flujo ilícito de armas por parte de los cárteles de la droga mexicanos.
“Desafortunadamente no existen hoy leyes que impidan la venta de cierto tipo de armas. No hay leyes que criminalicen el tráfico ilegal. Y las leyes que hay para castigar la compra múltiple a través de testaferros, contemplan penas que son de carácter mínimo o administrativo”, aseguró a su vez la representante demócrata por Nueva York, Carolyn Maloney, quien secundará la iniciativa de ley contra el tráfico ilegal de armas, que difícilmente llegará a buen puerto, por falta de apoyo en el Congreso.
El proyecto incluye castigos penales mayores contra los llamados “intermediarios” en la compra de armas, y obligaría a las armerías a reportar al gobierno federal compras múltiples de armas de asalto.
El foro, al que no acudió ningún representante republicano, se realizó en la zona de visitas del Capitolio, con la presencia de varios expertos en la industria de armas, en el tráfico de armamento de grueso calibre y en el funcionamiento de agencias federales como la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas (ATF).