Diputados federales priistas deciden jalar con Miguel Ángel
Arturo Reyes Isidoro
Prosa Aprisa
2016-08-30
Es un verdadero galimatías (confusión, una de las acepciones del Diccionario de la Real Academia Española) político. Ayer lo fue.
Ayer el Gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares, dijo que ya es momento de dejar a un lado las lamentaciones y los diagnósticos y por primera vez en mucho tiempo no arremetió en contra del gobernador Javier Duarte de Ochoa; vamos, ni siquiera lo mencionó por su nombre, además de que anunció que invitó por escrito a los dirigentes de todos los partidos políticos para que aporten sus ideas en los foros para integrar el Plan Veracruzano de Desarrollo, o sea, se entendería, en especial al del PRI, Felipe Amadeo Flores Espinosa, porque su partido es el mayoritario (ellos han mantenido siempre buena relación y en el pasado proceso electoral Amadeo se contuvo de sumarse a la guerra sucia en contra de Yunes Linares pese a que desde la Casa Veracruz le pedían que lo hiciera).
Por su parte, el diputado federal por los Tuxtlas, Jorge Carvallo Delfín, erigiéndose prácticamente en el vocero de la bancada priista veracruzana en San Lázaro, declaró también ayer por la mañana en Xalapa, al asistir a una reunión con mujeres de la CTM, que los legisladores tricolores y los del PVEM (ojo: uno de ellos Javier Herrera Borunda, hijo de Fidel Herrera Beltrán) esperarán el llamado de Miguel Ángel para dialogar con él a fin de trabajar juntos el tema del presupuesto 2017 para Veracruz.
Cabe hacer notar que el coordinador de los diputados federales veracruzanos es Erick Lagos Hernández, pero Carvallo ya lo rebasó (también, que se sepa, mantiene aceptable relación con el Gobernador electo), y tampoco se puede ignorar que el tuxtleco es vicecoordinador de toda la bancada tricolor en la Cámara de Diputados nombrado por el mexiquense César Camacho Quiroz, exdirigente nacional del PRI y amigo del presidente Enrique Peña Nieto.
El legislador por los Tuxtlas dijo –según se publicó ayer mismo– que tanto él como sus compañeros quieren que le vaya bien a Veracruz y en consecuencia a los veracruzanos, y en ese sentido dialogarán, “si así lo considera pertinente” Yunes Linares, para aportar la parte que a ellos les corresponde para defender el presupuesto de la entidad ante un inminente recorte que se avecina.
“Nuestra posición es y será la de una oposición responsable, esperaremos la postura del gobierno entrante, que ojalá sea tolerante y de apertura y así podamos superar y dejar a un lado la política postelectoral para ponernos a trabajar en lo que importa a la ciudadanía; porque eso es lo que quiere la gente, propuestas concretas sobre el cómo vamos a enfrentar el recorte y cómo le vamos a hacer para que le vaya bien a Veracruz”.
¿Y ahora? ¿Hubo ya alguna negociación en las cúpulas de los partidos a nivel nacional, y si fue así, para qué? ¿O son instrucciones del Presidente de apoyar a Miguel Ángel porque es preferible que ganen el PAN o el PRI la Presidencia antes que Morena? ¿O es que Fidel Herrera Beltrán, habilidoso como es, está detrás de todo y negoció o va a negociar apoyo político para su vástago a quien quiere hacer gobernador o de perdis senador? ¿O es que Miguel Ángel es quien ha tomado la iniciativa para sumar a los priistas que más pueda, sobre todo a los diputados federales, para que lo ayuden a gestionar recursos ahora que le van a heredar las arcas públicas sin un solo quinto además de para fortalecerse de cara a las elecciones municipales de 2017 y de diputados, senadores, gobernador y Presidente en 2018?
Cuánta agua… política ha corrido bajo el puente desde aquel 3 de septiembre de 2015 (dentro de cuatro días hará un año) cuando los 20 diputados del PRI y del PVEM comandados por Alberto Silva Ramos trataron de impedir que Miguel Ángel llegara a la Cámara de Diputados para lo cual salieron a dar una conferencia de prensa en San Lázaro exhortando a la titular de la PGR, Arely Gómez González, a que diera curso a una investigación por desvío de recursos contra Yunes Linares, quien para entonces no había rendido protesta porque, según dijo en una carta, había viajado a Estocolmo, Suecia, para alcanzar a su hijo Fernando quien a causa de una bacteria se había enfermado de neumonía y estaba hospitalizado. Doce meses después, cómo cambiaron las cosas.
Una cosa sí es cierta y segura: sus correligionarios políticos ya se le abrieron a Javier Duarte, ahora ya no sólo sus cercanos, y en general todos los priistas echaron al bote de la basura su pleito personal con Yunes Linares, lo han dejado en el más absoluto desamparo político y se van a entender con el otrora odiado enemigo y un día los vamos a ver en las fotos juntos, abrazados, sonrientes, brindando si es posible, y como ven que ya lo empiezan a hacer los de la cúpula, no tardará en que toda la militancia tricolor se vuelque hacia quien igual que ellos lleva en las venas sangre tricolor y debajo de la piel color azul tiene el ADN verde, blanco y rojo. ¿Hay alguna duda de que a tres meses de que concluya su gobierno Duarte ya perdió el control político hasta de su mismo partido?
En todo este galimatías político, el sábado me llamó la atención que, según un boletín oficial del PRI estatal, ahora sí, aunque indirectamente, Amadeo le dio un raspón al gobernador Duarte.
“Ante jóvenes que participaron en la audición de los Círculos de Debate para el Tercer Concurso Nacional de Debate organizado por el Instituto de Capacitación y Desarrollo Político (Icadep), el dirigente estatal dijo que es necesario borrar con buenas acciones y con buenos gobiernos, la imagen del PRI como sinónimo de corrupción y opacidad que se le ha asociado”.
“Debemos entender que el motor de la corrupción es la voluntad de acumular poder económico y no político, por ello, al Partido no se le puede asociar a la corrupción ejercida por sus gobernantes”, agregó “al señalar que debe haber una mayor responsabilidad y efectivos mecanismos de control y sanción para aquellos mandatarios que han hecho de la corrupción una práctica generalizada, sin importar su origen partidario”.
El político de Cotaxtla se puso así en línea con el dirigente nacional de su partido, Enrique Ochoa Reza, quien abiertamente ha enderezado las baterías contra el gobernador de Veracruz.
Volviendo a Carvallo, si no surge algo imprevisto, está acordado ya desde la Ciudad de México, el centro de los poderes, que sea el próximo dirigente estatal del PRI, aunque haya quienes digan que violaría los estatutos del tricolor porque ya ocupó el cargo, y le tocaría manejar el proceso electoral municipal del próximo año desde donde buscaría fortalecerse para buscar la gubernatura, que la desea y no lo niega, o ya en última instancia una de las senadurías que le corresponden a Veracruz.
Independientemente de todo el enredo político que hay ahora y de los intereses de grupos y partidos, a Veracruz y a los veracruzanos le iría bien si dejan sus diferencias a un lado y se unen para sacar adelante el presupuesto federal para Veracruz para el próximo año, porque la situación con la que se va a enfrentar Miguel Ángel Yunes Linares al asumir el cargo es más grave de lo que se piensa y quienes pagamos y pagaremos las consecuencias seremos todos los veracruzanos. En otra entrega daré más detalles.
Se fortalecen más las relaciones de Pepe
El senador José Francisco “Pepe” Yunes Zorrilla fortalece sus relaciones políticas. Ayer se decidió que el presidente del Senado para el periodo ordinario de sesiones que se inicia el jueves sea Pablo Escudero Morales, del PVEM y yerno de Manlio Fabio Beltrones. Si se recuerda, el verde acompañó a su suegro en la visita que hizo al rancho San Julián en Perote el pasado 27 de noviembre de 2015, y mientras Beltrones y Javier Duarte platicaban en la mesa principal, Pepe se apartó para ir a sentarse un buen rato con su homólogo que estaba en otra mesa. Ya en la noche cuando casi todos se habían ido, Yunes Zorrilla me comentó de su excelente relación con Escudero. De algo sirve una conocida en un baile, dicen en el rancho.