EL PRETEXTO DUARTE PARA LOS MOMENTOS DE CRISIS
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Pablo Jair Ortega
Columna sin nombre
2017-02-21
“Descubierta” la bodega donde había propiedades de Javier Duarte de Ochoa y su esposa Karime Macías de Duarte, de inmediato se filtró desde Córdoba que dicho inmueble pertenece al diputado local Juan Manuel del Castillo y su secretario particular Jesús Moreno.
Se volvió a repetir la desgracia de Duarte: sus amigos más cercanos lo traicionaron. Hay versiones en el sentido de que el diputado Del Castillo ya pactó con el gobernador Yunes Linares y le filtró la ubicación de dicha bodega. Yunes haciendo acuerdo con los Duartistas… Vaya, vaya.
Según se sabe, desde el sábado ya se habían visto a fuerzas policiacas entrar a dicha bodega y resguardarla. Ese día, el gobernador estaba en reuniones con el Grupo Coordinación Veracruz. El domingo se hizo ojo de hormiga.
Decidió reventar el hallazgo este lunes, como otro de sus ya acostumbrados teatros mediáticos para desviar la atención del asunto de las deudas, los muertos, las agresiones verbales y demás errores de su gobierno.
Los triques encontrados de Duarte, según se comenta desde Casa Veracruz, son artículos personales que durante mucho tiempo acumularon el ex mandatario y su familia. Se sabe, por ejemplo, que uno de los regalos más comunes al gobernador eran las sillas de montar.
Quienes tuvimos la oportunidad de entrar a Casa Veracruz en las últimas semanas del pasado sexenio, fuimos testigos de que varios cuadros y adornos de la casa efectivamente ya no estaban en la residencia oficial del gobernador. Lo de las pantallas y muebles de oficina desaparecidos se lo atribuyeron a José Ramón Cárdeno Shaadi, secretario particular de Duarte.
Estamos casi seguros que todo el “botín” presentado ante medios vino de Casa Veracruz y ya tenía rato guardado ahí, desde que antes que Duarte pidiera licencia y huyera. Lo de las despensas y sillas para minusválidos, habría que preguntarle mejor a Juan Manuel del Castillo, porque varias veces anduvo en campaña, pero de todas maneras ya se las atribuyeron al prófugo y su esposa.
Otras cosas de mayor valor fueron llevadas a otras propiedades como una fuente que estaba en Casa Veracruz y apareció en el rancho Las Mesas, de Valle de Bravo.
Pero lo presentado por Yunes tendió más especulaciones que certezas. Si bien se logró posicionar el tema en la agenda nacional, se observó una gran respuesta de usuarios de internet en sentido negativo.
Por ejemplo, ya pocos son los que se tragan el cuento del botín, porque éste sería poco en comparación a los millones que Duarte se robó. Otros criticaron el hecho de que se presentara la bodega de manera muy oportunista en uno de los momentos de crisis del gobierno de Yunes Linares: no creyeron que todo se presentara tan de repente, armado cual museo de la avaricia. Otros tampoco creen que la señora Karime sea tan tonta como para apuntar cosas relevantes… En conclusión, comenzó a haber más escepticismo.
Lo anterior se comprobó cuando echaron a andar la maquinaria de redes y medios afines del gobierno para insistir que había sido un hallazgo espectacular. Hasta publicidad en Facebook tuvo que pagar el gobernador para que creciera más el tema en redes.
De hecho, lo que más causó furor fueron dos situaciones: el error ortográfico en la cuenta de Twitter del gobernador al decir que iban a presentar los “vienes” de Duarte, en referencia a los bienes del ex gordito, así como las supuestas planas de Doña Karime Macías en uno de sus diarios personales: “Sí merezco abundancia”.
El pitorreo prevaleció más que el golpazo mediático. Lo anterior, con todo el humor e ingenio mexicano, fue el tema principal del día: el “golpazo” de la Fiscalía y el Gobierno de Veracruz pasó a segundo plano, lo que preocuparía porque se estaría faltando a la seriedad en ámbitos y menesteres judiciales.
Lo anterior lleva a pensar que el “Pretexto Duarte Para Los Momentos de Crisis” se está agotando, si no es que ya se agotó. Muchos ya cuestionan la credibilidad del gobierno y, por ende, del gobernador.
EPÍLOGO: Que alguien le regale al Fiscal Winculín un buen desodorante, porque en la presentación de los triques de Duarte se le notaban los zobacos más sudados que tacos de canasta defeños. Ternurita, los nervios.