¿Por qué disparó “Nico”?

Es lamentable confirmar lo que en mis pasadas opiniones afirmé sobre el ahora precandidato por la coalición PRD-PAN a la presidencia municipal de Minatitlán, Nicolás Ruiz Roset, respecto a que es irascible cuando las cosas que pretende no le favorecen.

Permítame hacer una breve historia amable lector. Antes de que Nicolás Ruiz “sonara” como precandidato a la presidencia municipal me invitó a dialogar sobre sus aspiraciones, no me causó ningún asombro que me recibiera con su pistola calibre 0.9 milímetros en la cintura, después en su camioneta visitamos su nuevo negocio, y al volver a su oficina ubicada en la colonia Insurgentes Sur colocó su arma sobre el escritorio, motivo por el cual le dije “guarda la pistola por favor porque las armas son pendejas en manos de peligrosos”, y accedió a guardarla.

No sé si Nicolás Ruiz pretendía intimidarme o no, pero le dije que tengo más de 30 años lidiando con políticos de los tres niveles gobierno y eso no me extrañaba. Aclaro, yo tenía un concepto diferente de su persona; más, sin embargo, los hechos posteriores demuestran lo contrario a mi percepción.

Pero, vayamos al grano. Este sábado 25 de febrero Nicolás Ruiz le celebró los 25 años a su hija Jessica Ruiz Griego en su casa ubicada en la calle Lisboa de la colonia Buena Vista Sur, fiesta a la cual asistieron sus más “importantes” amigos: Javier Soberano Torres “El Chatarrero”, sedicente coordinador distrital del PRD con cabecera en Minatitlán; Erika Verónica Burgoa Gutiérrez, “esposa” de “El Chatarrero”; Carlos Prieto Arroniz, alfil de Nicolás Ruiz y Azalia Lavín López, reportera de sociales de un diario regional, entre otros.

Después de que la mayoría de los invitados a la fiesta se habían retirado, afirman personas muy cercanas –pero muy cercanas- a Nicolás Ruiz que entre la 3 y 4 de la mañana del 26 de este mes de febrero él salió con pistola en mano y sacando la cartera de su bolsa expresó que con su dinero él podía comprar lo que quisiera, después procedió a dispar hacia la barda interior de su domicilio; y abundó, palabras más palabras menos “si el PRD y el PAN no aceptan las propuestas que propongo en mí planilla renunciaré a la precandidatura por la coalición PRD-PAN a la presidencia municipal de Minatitlán”.

Las mismas fuentes aseguran que, después de que “Nico” disparó contra la barda y externar lo que políticamente expresó, no sin antes faltarle el respeto a sus invitados, también le faltó el respeto a su pequeña hija diciéndole palabras soeces por el simple hecho de que ella salió a bailar, y la obligó a meterse a su casa sin considerar la decisión de su niña.

Amable lector, en base a los hechos antes citados, que pueden ser corroborados, como ciudadanos se debe razonar el voto para la persona que deba conducir el destino de Minatitlán.

Esto indica que, al parecer, la actitud que asume Nicolás Ruiz difiere a las recomendaciones que le indica su psicólogo, que es la de no mezclar el Ribotril con alcohol.

Aclaro, estos hechos son corroborados por invitados al citado evento. Por lo tanto me acojo a los Artículos 4º, 7º y 16º. Constitucional de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y al Artículo 19º de los Derechos Humanos, los cuales en concreto citan: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión. Este derecho no incluye ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir información de fronteras por cualquier medio de expresión”. Salvo que medie la orden de un Juez Federal.

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