Morena lidera encuesta; el PRI se hunde

Arturo Reyes Isidoro

Prosa Aprisa

2017-03-06

"Morena está en primer lugar, por eso son los ataques de Peña, Calderón, su esposa, Yunes, el presidente del PRI que se me olvida su nombre, de Anaya, ese aprendiz de mafioso, presidente del PAN".
Esto lo dijo Andrés Manuel López Obrador el sábado de gira por Nayarit, y al menos por lo que hace al Estado, en efecto Morena arranca en punta con una amplia ventaja sobre los demás partidos de cara a las campañas electorales municipales de este año, pero también a la presidencial y a la de gobernador en 2018.
El fin de la semana pasada se me compartió el resultado de una encuesta levantada en la pasada quincena por una de las más prestigiadas casas encuestadoras del país, resultado que se me autorizó comentar a condición de no revelar ni el nombre de la empresa ni quien la contrató.
A poco más de un mes de que inicien las campañas de los candidatos a las alcaldías y a menos de tres meses de que los veracruzanos vayan a las urnas, así como a 15 meses de la elección presidencial, Morena arranca con 34.1% de la preferencia de los electores, contra 24.2% del PAN, 12.5% de los independientes y 12.0 del PRI.
Abajo, pero ya con porcentajes bastante reducidos están, Movimiento Ciudadano con 2.5%, PRD con 1.3%, Encuentro Social con 0.5%, PVEM con 0.3%, Nueva Alianza con 0.3% y PT con 0.2%.
Que yo sepa, estos porcentajes son del conocimiento de la cúpula del poder político en la Ciudad de México, donde se toman las decisiones, y esa puede ser la explicación para algunos acontecimientos que se han dado en el Estado en los últimos días.
Creo que es pertinente aclarar que la encuesta se levantó antes de que se conocieran nombres de aspirantes a presidentes municipales y que se registraron o se intentaron registrar como precandidatos por los diferentes partidos políticos.
Al menos de inicio es significativa la ventaja de Morena, que por primera vez en la historia de Veracruz arranca en punta. Dos cosas más destacan: uno, que el PAN, no obstante que ganó la gubernatura en junio pasado y que ahora está en el poder, aparece relegado en segundo lugar 10 puntos abajo, cifra muy considerable; dos, que el PRI se hunde y aparece en cuarto lugar, a 22 puntos debajo de Morena, algo hasta la pasada elección municipal inimaginable.
No deja de ser menor el hecho de que los tres primeros suman 70% de la preferencia del electorado y es muy poco lo que dejan al resto tomando en cuenta que son 7 partidos más que tendrán que repartirse el 30% restante.
También llama la atención que el Partido Verde no obtiene ni siquiera un dígito sino sólo una fracción menor, lo que hace preguntar si ya se acabó el encanto de Fidel Herrera Beltrán, pues él y su hijo son dueños de la franquicia en Veracruz y se pensaba que serían la tabla de salvación del PRI y de los priistas que quieren competir pero sin cargar con el logotipo tricolor.
En todo caso, la alianza PRI-PVEM suma sólo 12.3%, con lo que se mantiene en cuarto lugar debajo de los independientes, que tienen 12.5%. Al PAN tampoco le alcanza su alianza con el PRD pues juntos sólo suman 25.5%, muy lejos de Morena que va solo y que tiene 34.1%.
Es obvio que estos porcentajes se van a mover una vez que oficialmente se conozca quiénes serán los candidatos formales y como resultado de las campañas, pero será difícil que en mes y medio de proselitismo cambie radicalmente la tendencia; o sea, todo lo que los partidos y los aspirantes no hayan hecho, trabajado antes, ya no lo podrán reponer en 45 días.
Acaso por eso y antes de que la ley lo limite, López Obrador recorre el camino para que no crezca la yerba y a partir del próximo jueves y hasta el domingo atacará de nuevo cuando inicie un recorrido por la zona centro visitando los municipios de Jalcomulco, Tlacotepec de Mejía, Coscomatepec, Atzalan, Altotonga, Rafael Lucio, Cosautlán de Carvajal, Tlaltetela, Totutla, Ayahualulco, Teocelo y Xico.
El Peje ha estado visitando y recorriendo el Estado, seguramente porque sabe la importancia de ganar la mayoría en Veracruz, lo que para él sería un gran golpe si su partido y su candidata Delfina Gómez Álvarez ganan también la gubernatura del Estado de México. Si lo logra asegurará ya 50% de la presidencia de la república. Trabajo similar, en cambio, no han hecho ni Enrique Ochoa Reza, del PRI, ni Ricardo Anaya Cortés, del PAN.
Este desinterés del líder priista motivó que el senador Héctor Yunes Landa le reprochara el viernes pasado su indiferencia hacia el proceso electoral de Veracruz. A través de siete mensajes de tuiter le espetó:
“te he buscado con propósito fijar posición como priista sobre tu poca atención a Elecciones Veracruz… muchos priistas veracruzanos percibimos por tus acciones y discursos que Veracruz no es prioridad para ti… No son 3 somos 4 estados en elecciones, olvidaste mencionar Elecciones Veracruz en el último Consejo Político. Algo no menor… hay 3 elecciones de gobernador y en Veracruz 212 Ayuntamientos, pero somos el único estado en oposición… si tu apretada agenda no permite llamada, contesta mensajes o acusa recibo hablando en Aniv PRI de Elecciones Veracruz… aunque sea solo discurso y no realidad, ojalá menciones que Veracruz sí será prioridad y sí te importa… si desconoces la relevancia política de Veracruz, recuerda: somos 4to estado con mayor padrón electoral”.
(Por lo demás, esto que le reprochó Héctor es lo mismo que él hizo como candidato, cuando no recibía ni a sus propios correligionarios que querían hablar con él ni respondía llamadas telefónicas o mensajes, o sea, le han dado una probada de su propio chocolate.)
En realidad, el reclamo debió haberlo hecho el dirigente estatal del PRI, Renato Alarcón Guevara, de quien prominentes priistas me han dicho que va que vuela para convertirse en el presidente de su partido que más alcaldías ha perdido.
Pero contrario a la posición de Ochoa Reza, y quizá porque en el Gobierno federal saben de la situación en Veracruz, de lo que el Estado representa electoralmente y de las cifras de la última encuesta, es que de pronto se dejaron venir a la entidad el propio presidente Enrique Peña Nieto, el Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, el Secretario de Educación Aurelio Nuño y el Secretario de Comunicaciones y Transportes Gerardo Ruiz Esparza, o sea, de pronto les nació el interés por la entidad no obstante que la gobierna un panista.
En “Prosa aprisa” del pasado viernes hablé de los piropos que se lanzaron el jueves en Tuxpan Peña Nieto y Miguel Ángel Yunes Linares, de los arrumacos verbales que tuvieron y de los piojitos en la cabeza que se hicieron en público, extraño porque se supone que son antagonistas políticos, e incluso un detalle en el que nadie reparó fue que en esa gira estuvieron lo mismo el gobernador panista que su ¿otrora? odiado enemigo Alberto Silva Ramos y que se sepa no sólo no se rasparon ni con el pétalo de un tuit cuando apenas unos meses atrás se daban de cacerolazos tuiteros y ahora ni siquiera de lejos se sacaron la lengua.
En este espacio he comentado el interés tanto de panistas como de priistas, o viceversa, por tratar de parar a toda costa, al precio que sea, a López Obrador para que no gane en Veracruz y no gane la presidencia de México, por lo que despiertan sospechosismo esos abachos y bechos de Tuxpan, lo que, por lo demás, no sería raro que formara parte de una inicial negociación bajo el principio de que el pastel político lo partimos y nos lo comemos sólo nosotros pero está excluido cualquier moreno.
La negociación les urge y les es necesaria porque sólo sumando sus votos podrán superar la ventaja que ya les saca el tabasqueño. De otra forma no se ve cómo lo van a parar.
Pero de que El Peje se ha convertido en el enemigo a vencer, ni duda cabe.