De nuevo, de vuelta a la realidad
Arturo Reyes Isidoro
Prosa Aprisa
2017-06-23
Al final, y de nuevo, vuelta a lo mismo.
Se acaba la estridencia poselectoral (este sábado hará apenas veinte días que elegimos a las nuevas autoridades municipales) y volvemos a la cruda realidad.
Cuando se agotan los distractores y ya no hay lugar a cajas chinas, resaltan de nuevo los dos grandes problemas de Veracruz: la inseguridad y la crisis económica.
Sería injusto no reconocer que el Gobierno Federal y el del Estado hacen su mayor esfuerzo por contener (ya no hablemos de acabar) la ola de violencia, pero la delincuencia se ha impuesto, hasta ahora.
Las reuniones semanales del Grupo de Coordinación Veracruz se cumplen puntualmente, como se ofreció, y se anuncian cambios de estrategia, pero los hechos de sangre no cesan e incluso van en aumento.
Del tú por tú con que los malosos enfrentan al gobierno dio cuenta un boletín oficial el pasado miércoles.
“El Estado Mexicano determinó colocar carteles para sacar a la luz pública el nombre y la fotografía de quienes encabezan estas bandas delincuenciales y, a su vez, ofrecer recompensa a quienes brinden información”.
“Los integrantes del crimen organizado reaccionaron con violencia porque se sintieron descubiertos, pues hasta el día de ayer podían circular por las calles de Veracruz, sin que nadie supiera que eran delincuentes de alta peligrosidad”.
La violencia, que no lo dice el boletín, fue que personas que colocaban carteles ofreciendo recompensa a quien diera información de cuatro presuntos delincuentes fueron baleados el martes en Boca del Río, resultando tres lesionados, uno de ellos de gravedad, según informó en conferencia de prensa el propio gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.
El miércoles, el titular del Ejecutivo detalló que en total se trata de “300 objetivos específicos” generadores de violencia y anunció que a partir de ese día irían apareciendo, poco a poco en los medios y las redes sociales, fotografías de los delincuentes, por los que además ofreció una recompensa de un millón de pesos por quien informe sobre ellos.
“El Grupo de Coordinación Veracruz informó que tiene plenamente identificados a integrantes de las organizaciones delictivas que operan en el Estado y que los hechos de violencia, registrados el día de ayer en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, son consecuencia de ello”, se apuntó en el boletín oficial.
Se agregó que: “El Grupo de Coordinación Veracruz ha trabajado en un análisis que ha permitido identificar a los delincuentes y empezar a proceder con eficacia en su contra” y que: “El Estado Mexicano enfrenta con valor, decisión y compromiso a la delincuencia, para brindar seguridad a los veracruzanos”.
Veracruz, pues, es un campo de batalla y nada nos garantiza que la población civil no pueda resultar dañada al quedar en medio de fuego cruzado el día menos pensado, por lo que cada quien tiene que crear su propio protocolo de seguridad para protegerse.
Tal vez resulte ocioso decirlo, pero aconsejaría a mis compañeros de la llamada “nota roja” que no se involucren en el tema para no tener que lamentar que los lastimen.
Creo que no se trata de alarmar sino de actuar con responsabilidad que incluso en las escuelas se empezara a entrenar a niños y jóvenes sobre qué hacer en caso de una emergencia de ese tipo, como terminaron haciéndolo en el estado de Tamaulipas.
Ya no hay campañas, ya no hay distractores mediáticos. Ayer en “Despierta” de Loret de Mola se revivió una denuncia contra Karime Macías. Lamentablemente el propio Gobierno Federal la ayudó a huir y el Gobierno del Estado no alzó la voz cuando ello sucedió. Quizá por eso la noticia, que no lo fue tanto, ya no despertó mayor interés y prácticamente se perdió. Si fue un distractor ante la ola de violencia que vive el Estado, ya no funcionó.
La crisis económica
Igual, de nuevo, volvemos a la cruda realidad que significa la crisis económica, que ciertamente la heredó el gobierno de Javier Duarte, pero cuyas consecuencias la nueva administración no ha podido contener.
Dada la proclividad de los gobiernos, de las autoridades, a mentir, por más que tratan de atenuar los efectos de sus anuncios y declaraciones, la gente está muy temerosa y no cree lo que dicen.
Escucho con preocupación la gran inquietud que hay entre los trabajadores que cotizan al IPE, pues tienen la firme creencia de que lo que se quiso decir con que habrá cuentas individualizadas es que todo el dinero que miles y miles han aportado durante toda su vida como trabajadores al servicio del Estado ya se perdió, ya no existe, y que ahora todos tendrán que empezar de nuevo a partir de cero; que el esfuerzo de toda una vida laboral ha sido inútil y que les han robado sus aportaciones.
Incluso eso es lo que les están diciendo sus dirigentes alertados por activistas que defienden los derechos de pensionados y jubilados, y la inquietud crece y creo que si no se informa con claridad sobre el asunto pronto habrá manifestaciones en las calles que pueden llegar hasta actitudes violentas.
Ello aunado a la famosa práctica del “retiro voluntario”, que no es la primera vez que un gobierno lo va a practicar, y que los trabajadores saben por experiencia que es voluntario a fuerzas, porque lo vivieron en el pasado con compañeros suyos.
La desconfianza y el enojo son mayores luego del despido injusto que se hizo de miles de trabajadores al inicio del actual gobierno, a los que no se les liquidó conforme a la ley y se les violaron todos sus derechos, incluso humanos, por la forma en que se les echó.
Escucho a miles de familias desencantadas porque este mes sus hijos o sus jóvenes egresan de sus carreras universitarias y no ven dónde vayan a emplearse. El gobierno despide trabajadores y cierra espacios, pero no crea las condiciones para que vengan inversionistas foráneos a crear empresas, negocios, fuentes de trabajo, y la única industria floreciente es la de la delincuencia.
Se insiste en que será hasta septiembre cuando quedará concluida la reestructuración de la deuda, pero para entonces prácticamente se habrá perdido el año.
Lógicamente, una cosa lleva a otra. Si no hay recursos no hay obras en el Estado y las economías regionales permanecen estancadas. No hay ingresos, no hay pan, frijoles, lo indispensable en la mesa de los veracruzanos.
No hay para la mayoría de los veracruzanos, que suman millones, pero sí hay, por ejemplo, para cincuenta diputados locales, toda una camarilla, varios de los cuales apenas y saben medio leer y escribir, no obstante lo cual cobran 140 mil pesos más 40 mil pesos para sus chuchulucos más 100 mil extra para sus “actividades legislativas”, todo mensualmente.
Resulta injusto, ofensivo cuando universitarios con alto grado de estudios y que sí hacen una aportación valiosa al Estado no ganan ni siquiera la mitad de lo que reciben por su “dieta” (su sueldo base) que es de 140 mil pesos.
(En corto, algunos de ellos dicen que miento, que no son ciertas las cifras que manejo, pero nadie hasta ahora ha salido a desmentirme con pruebas, menos a comprobar con documentos que no reciben lo que digo. Algunos públicamente hablan de generalidades pero la mayoría calla, de todos los partidos.)
Se sacrifica a trabajadores, no se ha pagado lo que se le debe a los empresarios, pero leí esto ayer en la edición impresa de Notiver: “OJO… Sólo pa conocedores. Qué altísimo funcionario estatal que NO despacha en Palacio de Gobierno… anda estrenando camioneta BMW X3 de color blanco y que su precio rebasa más del valor de una casa de interés social allá por Chivería o El Coyol… Fácil vale casi el millón de pesos o más… Raro pero este personaje siempre se distinguió por ser austero… Pero se ve que le llegó el poder del gobierno del cambio… Y, pues como dice la canción: ‘Todo cambió’… Aquí se comprueba que el ‘poder es el poder’… Si a Elba Esther no la acusaron de ‘distraída’”.
Y pensar que criticaban los excesos de Duarte y los suyos.
Ya pasaron las campañas y la elección y decae el ruido poselectoral. Las cajas chinas están dejando de funcionar. La realidad, la descarnada realidad se impone.
El doctor Narro, va
Entrevisado ayer en la Ciudad de México sobre su aspiración a la candidatura del PRI a la presidencia de la república, el doctor José Narro Robles, Secretario de Salud, ex rector de la UNAM, respondió: “Hoy no son los tiempos de pensar en temas o asuntos de política, todavía, va a venir ese tiempo, se acerca; ustedes los medios de comunicación son quienes me ponen en la lista, pero no me apunto, no me inscribí, ¿pero quieren que les diga la verdad?” (y entonces guiñó un ojo).
El 1 de febrero pasado comenté en “Prosa aprisa” que en diciembre del año pasado fuentes del CEN me aseguraron que sería el candidato del presidente Peña Nieto a sucederlo. He narrado que vino a Xalapa un personero tricolor y en el transcurso de un desayuno me lo adelantó. La especie se robustece cada día más.