Un año después

Arturo Reyes Isidoro

Prosa Aprisa

2017-11-30

“La democracia nos mostró cómo un pequeño grupo cuando no tiene controles institucionales y personales puede lastimar la vida de millones de personas”.
Lo anterior lo dijo el 1 de diciembre de 2016, mañana hará un año, Miguel Ángel Yunes Linares ante el pleno del Congreso local luego de rendir protesta como nuevo gobernador constitucional del Estado.
Este jueves, al concluir su primer año de mandato (y penúltimo), por petición suya comparecerá ante el pleno de la LXIV Legislatura para dirigir un mensaje primero y luego “dialogar” con los diputados de las distintas representaciones legislativas, si es que asisten todos (los de Morena, los del PRI, los de Juntos por Veracruz y el de Nueva Alianza), o para realizar lo que prácticamente sería un monólogo si es que sólo asisten sus aliados e incondicionales del PAN y del PRD.
Su presencia este jueves será para “retomar la sana práctica política en la cual el titular del Ejecutivo rinde su informe anual de actividades personalmente ante el Congreso, haciéndose acompañar del respectivo documento por escrito, además de establecer comunicación directa con los integrantes de este Poder”, se justificó el jueves pasado cuando se aprobó formalmente hacerle la “invitación”.
He comentado ya en este espacio que esa “sana práctica” la ejerció sin pudor alguno su archienemigo personal el priista Fidel Herrera Beltrán, pero sólo para lucimiento personal, porque de sus pronunciamientos e intervenciones nunca se materializó nada para beneficio de los veracruzanos, de lo que no estaría nada distante la función de hoy tanto por la falta de recursos como del poco tiempo que le queda al gobierno de sólo dos años.
Pero de entre tantas cosas que dijo el hoy gobernador hace casi doce meses (que se cumplen mañana), me llaman la atención sus palabras que cito inicialmente este día.
¿Esos “controles institucionales y personales” son para que haya verdadera democracia o para que haya una sola voz cantante, unipersonal, que pretenda que la suya sea la única verdadera y que le moleste que le pregunten, que lo cuestionen, que le pidan cuentas los representantes de la sociedad que son los reporteros, los periodistas?
Porque la percepción que se tiene es que se pasó de un extremo a otro, de un pequeño grupo “suelto” que abusó del poder desviando el patrimonio de los veracruzanos para beneficio personal a otro pequeño grupo cerrado, que no dialoga, que no informa, que no rinde cuentas y que no dice lo que todos los veracruzanos quisieran saber con claridad. Con verdaderas excepciones, las comparecencias de los funcionarios que glosaron el primer informe son fiel testimonio de ello.
Pero hoy comparece el jefe del grupo, el único de ellos que se arroga el derecho de hablar con su libertad, porque todos sus colaboradores, sumisos, callan, le tienen verdadero pavor y no se atreven a decir lo que verdaderamente sienten y piensan, como por ejemplo que muchas veces no están de acuerdo con lo que se hace o dice, como en voz baja lo comentan.
Decía líneas anteriores que habrá que ver si los diputados de Morena asisten, porque cabe pensar que serían los que harían las preguntas que los veracruzanos se plantean, no a modo, y para las que quieren respuestas.
El 12 de octubre de 2016, Yunes Linares anunció, en una entrevista transmitida por Periscope, que tenía una serie de investigaciones sobre los actos de corrupción del gobierno de Javier Duarte que cuando revelara los detalles “el país entero” se iba “a cimbrar”. Una pregunta sería: ¿lo que ya se sabe era todo lo que traía entre manos o hay más? Hubo escándalo con el caso, pero nunca se vio que se cimbrara el país.
Otra interrogante sería por qué incumplió su promesa de campaña de poner al frente de la Secretaría de Seguridad Pública a un General del Ejército y en cambio optó por un civil incondicional suyo, y a quién debe responsabilizarse por las miles de víctimas producto de la ineficacia de las estrategias de seguridad.
Una más es, fallado el plazo de seis meses que se dio para resolver el problema, ¿cuánto tiempo más se estima para disminuir la violencia y la inseguridad, o para acabar con ellas si ello fuera posible, o de plano ¿cada quien tiene que buscar cómo defenderse o ponerse a salvo?
Hace un año, en su mensaje inaugural, convocó a los veracruzanos a suscribir “un pacto social sustentado en el cumplimiento de las normas constitucionales que nos rigen”.
¿Habrá hoy una explicación por qué, en esa línea del cumplimiento de las normas, no condenó el hecho de que la bancada del PAN no entregara la Junta de Coordinación Política del Congreso a la de Morena, como estaba acordado, pero además por respeto a la voluntad de los miles de veracruzanos (más de 800 mil) que con su voto quisieron que los representaran en la Legislatura?
En aquel entonces propuso “Un pacto social para vivir seguros, en paz con estabilidad política. Un pacto social para abrir las cuentas del gobierno y ponerlas a la vista de la sociedad y desterrar para siempre el abuso y la corrupción”. ¿Se está cumpliendo? ¿Cuántos ejemplos claros, precisos, se tienen y se ofrecen para demostrar que se ha cumplido?
Llamó “a que juntos resolvamos los problemas, a que nos sentemos a dialogar, a encontrar solución a sus demandas en el marco de la realidad financiera que vivimos. Dialogo sí, cuantas veces sea necesario, donde sea necesario, el tiempo que se requiera”. ¿Diálogo con quiénes y con cuántos se ha realizado y qué problemas se han resuelto?
Sonó bonito cuando planteó el 1 de diciembre de 2016: “¿… alguien ignora que aquí en este mismo Congreso se negociaban los votos como en un mercado para aprobar cualquier iniciativa que presentara el Ejecutivo? Sí, aquí donde nacen las leyes, corría el dinero de la corrupción, que llenó las bolsas de quienes vendieron su conciencia y se hicieron cómplices del prófugo.
¿Alguien ignora que en el Poder Judicial sucedieron (inaudible), alguien ignora que la autonomía de los Poderes fue destruida a cañonazos de corrupción?”.
En el caso del Congreso, ¿no hay asomos de lo que se denunció entonces? ¿Qué se ofreció, por ejemplo, a dos diputados para que se brincaran a la bancada del PAN a fin de que tuvieran un pretexto para retener el control de la Jucopo violando un acuerdo inicial pactado con la oposición? ¿Qué les dieron? ¿Dinero, impunidad, posiciones políticas, etc.? ¿Eso acaso no es otra forma de corrupción para tener mayoría y aprobar “cualquier iniciativa que presentara el Ejecutivo”? ¿Los diputados chapulines no “vendieron su conciencia”? ¿Por qué no hubo para ellos censura?
Se dijo entonces que el quebranto financiero era de más de 100 mil millones de pesos. ¿Por qué la cifra se modificó?
¿Hoy se nos informará si los cuadros hallados en El Faunito, de Botero, de Tamayo y de Siqueiros, eran originales? ¿Qué fue de ellos? ¿A cuánto asciende su valor? ¿Los tiene la Fiscalía? ¿Por qué luego de tanto tiempo no se han subastado para recuperar recursos y si se hizo porque no se ha dado cuenta de ello a los veracruzanos?
¿Se nos dirá hoy, con pelos y señales, en qué consistía ese “paquete de bienes muebles e inmuebles,” ubicados, estos últimos, en Xalapa, Coatepec, Alvarado y otras poblaciones del Estado, que anunció en su mensaje de rendición de protesta? ¿Quién los tenía? ¿A cuánto ascendía cada uno?
¿Qué tanto se podría decir que se ha avanzado ante la afirmación que hizo en aquella fecha cuando dijo: “Hoy que Veracruz aparece sólo como referente de corrupción, de violencia, pobreza, ingobernabilidad y desorden, tomo la voz en nombre de todos los veracruzanos, de todos los veracruzanos de bien, para decirle a México y al mundo que eso no es Veracruz”? ¿Ya no somos referente de nada de ello?
¿Cuándo se van a pagar los 4,500 millones de pesos que se debe a 199 ayuntamientos por pagos de recursos federales y remanentes del Impuesto Sobre la Renta y de la bursatilización?
¿Cuándo se pagará el seguro de retiro de los años 2015 y 2016 a los 3,296 profesores jubilados que reclaman ese pendiente?
¿Cuándo se va a pagar lo que se debe a la Universidad Veracruzana incluido el costo de la elaboración del Plan Veracruzano de Desarrollo?
¿Cuánto se recaudó con la reordenación del transporte público y a dónde fue a parar ese dinero?
¿Cuándo se pagará lo que se debe a los empresarios?
En mi caso, tengo interés por saber lo que dirá hoy el gobernador y si tiene respuesta para las interrogantes como las que he enumerado. Creo que los veracruzanos merecemos una información detallada. Si nos da explicaciones y detalles habrá que reconocérselo con toda amplitud.