MORALES LECHUGA, REPUTACIÓN EN DUDA

Muy joven fue subsecretario y luego secretario de gobierno de Agustín Acosta Lagunes. Ejerció el poder a su gusto hasta que el gobernador le puso un alto y se vio obligado a renunciar al cargo. Más tarde fue procurador general de justicia del entonces Distrito Federal y, posteriormente, procurador general de la República con el presidente Carlos Salinas de Gortari. Se vio envuelto en el caso de Llano de la Víbora, municipio de Tlalixcoyan, donde murieron 7 agentes judiciales federales a manos del ejército. Allí quedaron dudas de si judiciales o militares estaban coludidos con narcotraficantes. Un general, Alfredo Morán Acevedo, terminó en la cárcel por estos hechos. El propio Ignacio Morales Lechuga hubo de renunciar a la PGR y fue enviado a Francia como embajador de México. Regresó y, en 1998, participó como candidato a gobernador de Veracruz y fue derrotado por Miguel Alemán Velazco.

Ahora, un colombiano ha declarado como testigo en una corte de Estados Unidos, durante el juicio a Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, que sobornó a Morales Lechuga con dinero proveniente del narcotráfico a cambio de protección en actividades ilícitas. El ex aspirante a gobernador y prominente notario público de la Ciudad de México lo niega. Esperemos el desenlace de este mayúsculo escándalo. Por lo pronto la reputación de Nacho Morales está en entredicho.

RECORTES DE PERSONAL, REGALOS DE NAVIDAD Y AÑO NUEVO

Empleados de gobierno que están en la tablita al no saber si se van o se quedan se sienten aterrorizados en vísperas de la amarga navidad que les espera. Por otra parte, muchos veracruzanos que por haber simpatizado con la cuarta transformación o apoyado a los candidatos de MORENA, se asumían con chamba segura en el nuevo régimen, empiezan a inquietarse debido a que no han sido llamados y ni siquiera les han insinuado que pueden ser incorporados a la nómina oficial.

Los recortes de personal continúan tanto en el ámbito estatal como a nivel federal. La guillotina arrasa parejo con morenistas y no morenistas. En vez de esperar con entusiasmo y felicidad al nuevo año, miles de familias lo ven con incertidumbre y angustia. El presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador Cuitláhuac García Jiménez no podrán dejar contentos a todos.