CUITLÁHUAC RECUPERA MÁS VEHÍCULOS DE LOS QUE SE ROBAN

Los políticos y en general muchas personas tienden a imitar a su superior jerárgico o simplemente a alguien a quien admiran. Hubo un gobernador de Veracruz, Rafael Hernández Ochoa, que actuaba igualito que el entonces presidente Luis Echeverría. Caminaba y hablaba como él. Se vestía como él. Hoy tenemos un gobernador que copia los gestos de Andrés Manuel López Obrador y su forma de hablar con desesperante lentitud. A su vez, colaboradores de Cuitláhuac García también actúan, se comportan como su jefe. Dos de ellos, un hombre y una mujer, siguiendo al pie de la letra el ejemplo del mandatario estatal declararon la semana pasada en una reunión con empresarios que lo que difunden los medios de comunicación es falso “al cien”.

Según ellos, el gobierno va bien, la prensa miente.

El propio gobernador, moviendo la mano igual que el presidente y hablando pausadamente, con el mismo tono obradorista, expresó solemne la semana pasada:

–“Estamos recuperando más vehículos de los que se roban”.

–Yo tengo otros datos –reviraría López Obrador– ¡guácacla, fuchi!

–¡Pero qué es esto! –diría el ex gobernador Agustín Acosta Lagunes.

A ver que alguien nos lo explique, exigiría el clásico.

–No manches –respondería cualquier veracruzano.

Y ahora sí como Condorito, ¡plop!, nos vamos de espaldas.

Esto es suficiente para que nuestro gobernador pase a la historia. Jamás será igualado, nunca superado. Lo increíble, lo imposible ha sido logrado por Cuitláhuac.

Tal vez en su primer informe, en noviembre, nos revele la fórmula mágica para recuperar más autos de los que se roban. O quizá conserve lo que sería el secreto mejor guardado.