Guerra electoral a muerte

ÁNGEL ÁLVARO PEÑA

ALMA GRANDE

2021-03-30

La guerra por las curules y los cargos de elección popular no sólo se intensifica, sino que se radicaliza conforme se acerca el día de la jornada electoral. No importan los muertos o los heridos, el caso es evitar que lleguen candidatos peligrosos a los cargos de elección que buscan.
De un lado y de otro, la guerra los hace violentar la tradición y crear nueva violencia como costumbres políticas.

Por ejemplo, Morena, a través del gobierno, desarticula la victoria segura del PAN en Chihuahua al colocar a María Eugenia Campos como presunta colaboradora del exgobernador de esa entidad, César Duarte, en cuya nómina aparece junto a priistas como Beatriz Paredes Rangel, como beneficiarias del dinero público otorgado por Duarte.

De ser culpable Maru Campos tendrá que responder a la acción de la justicia; por lo pronto, un juez ya ordenó confiscarle su pasaporte para que no huya de México, porque al parecer la mensualidad de César Duarte a la panista suma millones de pesos.

Por su parte, como todos sabemos que el INE tiene su corazón del lado derecho, maneja las candidaturas como si fueran propias y saca de la competencia electoral a dos candidatos de Morena a las gubernaturas de Michoacán y Guerrero, con Raúl Morón y Félix Salgado Macedonio, seguros ganadores, al igual que Maru Campos.

Esto quiere decir que a los que tienen el triunfo seguro, de un lado o de otro, hay una fuerza superior que a veces nada tiene que ver con la voluntad del pueblo y los sacan de la jugada para evitar el triunfo.

Pero también a quienes pueden hacer gala de impunidad los castiga esa fuerza divina desde el poder, donde al final de cuentas quedan el INE y el presidente como generales y estrategas de las batallas.

En este enfrentamiento se sacrificará también a Francisco García Cabeza de Vaca, quien ha sido señalado como responsable de varios delitos, entre los que destaca el enriquecimiento inexplicable.
A Cabeza de Vaca no le quitan nada, puesto que en este año Tamaulipas no cambia de gobernador, pero sirve perfectamente para que los medios descalifiquen a su partido, el PAN, y que la gente no vote por los candidatos panistas.

Pero ya que hablamos de gente con más pasado que futuro, el INE arremete contra la actual administración pública a través de los consejeros presidentes que ha tenido, como es el caso de Luis Carlos Ugalde -que le diera el triunfo electoral a Felipe Calderón- quien cuestiona el papel del jefe del Ejecutivo, pero defiende, a capa y espada al INE, del que nunca ha dejado de formar parte.
Porque en el INE hay gente que tiene en altos mandos más de 20 años y nadie les dice nada porque les cambian las normatividades para que permanezcan con sus salarios y privilegios.

En Veracruz sucede algo que despertó al México bronco, la detención ilegal del precandidato a la diputación federal por el distrito de Tuxpan, Rogelio Franco Castán. El gobernador, cumpliendo órdenes de su superior, detuvo a quien también fuera secretario de gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, y ahora consejero nacional del PRD.

Rogelio Franco nunca ha militado en otro partido que no sea el del Sol Azteca, la firmeza de convicción y su convencimiento de que puede hacer historia desde su posición partidista y su trayectoria limpia y honesta lo ha llevado a convertirse en un enemigo peligroso en la próxima Legislatura Federal, motivo por el cual fue detenido a pesar de estar amparado.

La detención de Rogelio Franco ha provocado una serie de movilizaciones no sólo de perredistas, sino de la sociedad civil por varios estados de la República, por ser, a todas luces, una gran injusticia, pero como son tiempos de guerra en lugar de castigarse los excesos los intenta superar el contrincante en una guerra de sangre y fuego que pareciera no tiene fin.

La población sabe que de no salir de la prisión por un delito inventado Rogelio Franco, se crearía el precedente no sólo en Veracruz sino en el resto del país para que se siga esta práctica. Se destaca la fuerza social a favor de la liberación de Rogelio Franco, en Tuxpan, Xalapa, Ciudad Mendoza, Gutiérrez Zamora, Papantla, Apazapan, San Rafael, Paso del Macho, Coatzacoalcos, Veracruz, Poza Rica, Puente Nacional, Soledad Atzompa, Zongolica, Minatitlán, y en entidades como Sinaloa, Ciudad de México, Puebla, entre otros.

La guerra es tan despiadada que la policía estatal detuvo a un autobús con gente que reclamaría en Xalapa al gobernador Cuitláhuac García Jiménez la liberación de Franco, para que no llegara a la capital veracruzana el apoyo multitudinario. También quieren esconder el apoyo multitudinario a este político que se ha conducido siempre con honestidad y eso es, probablemente, lo que no le perdonan.

Así también sucede con el INE, que nunca había bajado a candidatos de ningún partido, pero la guerra es descarada, aunque esté demostrado de uno y otro lado que la ley se viola y quieren imponerse criterios sobre la legalidad que debe imperar en el país, creando una polarización que podría terminar en un derramamiento de sangre, porque no hay nada que indigne más que la injusticia.

Este tipo de guerras debe terminar para que la gente tenga claro hacia dónde dirigirá su voto. Pero tal vez sea eso lo que buscan, que no haya la suficiente reflexión para que la gente vote desinformada y de acuerdo con unas batallas innecesarias, tan innecesaria como la agresión contra nuestra democracia de uno y otro bando.