Los chiqui-chapos en la mira
JAVIER ROLDÁN DÁVILA
La insoslayable brevedad
2021-12-17
¿Alguien duda que los jóvenes construyendo futuro están bien cotizados?
Apenas unos días después de que se dictó sentencia contra Emma Coronel en Nueva York, la administración de Joe Biden pone precio a los hijos de Joaquín Guzmán Loera.
Así pues, la recompensa por entregar a Ovidio Guzmán López, Joaquín Guzmán López, Iván Archivaldo Guzmán Salazar y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, asciende a cinco millones de dólares por cabeza.
Como sabemos que en política nada ocurre por casualidad, la detención y juicio a la señora Coronel y la millonaria oferta para quien desee vender información sobre los vástagos del capo, obedecen a una estrategia diseñada, perversamente, para tronarle los huesitos a la 4T.
Con las nuevas reglas del juego, el gobierno federal tendrá que abandonar su política de ‘abrazos no balazos’, para coordinarse con las huestes del Tío Sam, con el objetivo de atrapar a los líderes en el tráfico de fentanilo.
De no acceder, la reacción de los halcones estadounidenses, podría incluir declarar a las bandas del crimen organizado como grupos terroristas y entonces sí, el conflicto escala a niveles insospechados.
Insistimos, por donde se le vea, las recompensas (más allá del dinero ofrecido), son un apretón diplomático contra el laissez faire, laissez passer aplicado, por YSQ, a los malosos: si no lo hacen ustedes, lo hacemos nosotros.
A esto, habrá que agregar que doña Emma, debió contar varios de los secretos que le confió su esposo, por ello, curiosos, preguntamos ¿quiénes serán los próximos García Luna?