VA MI ALMA EN PRENDA POR LA FELICIDAD DE MI AMADO ARCOIRIS

En charla de amigos, surgió de pronto el controvertido tema de la comunidad LGTB. Algunos se escandalizaron y ofendieron. Hubo quienes expresaron críticas y otros evadieron o desviaron la conversación. Yo, simplemente me quedé callado, escuchando diversas opiniones. En lo personal tengo un pequeño arcoíris en casa, 16 años, género fluido, bisexual y orgullosamente mi primer nieto, mi estrella más brillante. Nos tomó por sorpresa cuando salió del clóset en una muy valiente actitud.

Había soportado en silencio el bullying de condiscípulos y maestras. Por fortuna, no todos lo acosaban. No encontraba consuelo y temía desahogarse ante su conservadora familia. Recuerdo ese día como si fuera ayer. Nos habló directo, decidido.

Mi camarada de andanzas, con quien iba de paseo a parques y jardines, al bosque, a restaurantes, a cualquier sitio que se nos ocurriera. Lo acompañé a marchas sobre la diversidad sexual y a cuanto lugar me invitaba. Él sabía y sabe que es mi debilidad… y mi fortaleza. Nada le podía ni le puedo negar.

Supuso que la familia lo rechazaría. Ocurrió exactamente lo contrario. Le refrendamos nuestro apoyo. Todo el amor. Toda la comprensión de manera incondicional. Es un ser noble, sensible, valiente, inteligente.

Si por alguien doy la vida sin titubear es por éste mi primer sol. Si por alguien soy capaz de enfrentarme al mundo es por él. Por su felicidad ofrendo mi alma. Me puede partir un rayo en este momento, o fulminarme una centella si es por la dicha de mi pequeño y adorado arcoíris.
No me gustaría ni permitiría que sufriera casos de hostigamiento homofóbico. Todos en mi familia, su familia, estamos con él.

Por y con Dany, por lo que ama y sufre, por lo que siente y anhela, por lo que lucha y vive, estoy dispuesto a irnos juntos a la ignota eternidad. Es el orgullo de mi amor. Viva mi bebé. Si tienen uno en casa, apóyenlo, demuéstrenle su cariño.