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TODAVÍA, hay quien o quienes creen en la palabra del señor, no del que reside en los cielos, sino de aquél que vive en palacio nacional, cuyas arengas manifiestan la desesperación que tiene, porque el final se acerca ya y no ve coronados sus esfuerzos por destruir, completamente, a este país.
Desde su posicionamiento de la tribuna nacional, en lo que ha convertido a las mañaneras, se ha dedicado, solamente, a denostar, descalificar y culpar, sobre todo, al pasado de todo lo que le está sucediendo. Esto ya lo hemos comentado en varias ocasiones y lo dicen todos los días cientos de analistas que no ven nada prometedor con la sola palabra del señor, la cual quiere que sea acatada por todos los mexicanos, porque esa es su propia voluntad.
López Obrador, ya no encuentra, en estos momentos, ninguna fórmula adecuada para salvar la situación. No pudo gobernar en los cuatro años de su administración, porque le faltó capacidad, pero tampoco quiso que sus colaboradores hicieran lo necesario o más prudente, para poder hacer un gobierno más o menos aceptable. No se ha dejado ayudar y en su afán de hacer lo que solamente él dice, el país se le ha venido desmoronando en sus propias manos. Algunos de sus más cercanos colaboradores, han venido renunciando desde muy temprano del sexenio y no terminan de hacerlo otros más. Está por llegar el momento preciso en que todos buscarán su propio salvoconducto, porque no piensan esperar la hora en que tengan que ser llamados a responder, junto con él, de todas las tropelías que se han cometido en contra de la nación y de sus recursos.
Pero aún, López Obrador, espera la oportunidad de que alguien de sus corcholatas, como él los denomina, pueda ser quien le cubra las espaldas en un sexenio más de la llamada cuarta transformación, aunque se ve difícil, en el caso de ganar las elecciones, que se puedan comprometan a cumplir con la palabra del señor.
Cada día que pasa, los mexicanos, en general, se van dando cuenta de lo que realmente está pasando en México, con sus recursos, con su gente, a la cual mantiene, todavía a su favor, con los llamados programas sociales que han venido comprando la conciencia popular. Sin embargo, los famosos treinta millones de electores, con los cuales se ufana haber ganado la presidencia, han disminuido considerablemente, siendo parte de su pueblo protector que un día le pedirá la rendición de cuentas.
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PRUEBAS, PIDE EL PRESIDENTE.
CON LA RECIENTE publicación del libro denominado “El Rey del Cash”, Elena Chávez, su autora, desnuda, prácticamente, a López Obrador. Sin embargo, el presidente pide pruebas, dice que no las hay por cuanto corresponde a lo que señala la escritora, olvidándose que él mismo ha dicho cuanto quiere desde la tribuna de las mañaneras, donde también, quien le escucha pide pruebas de todo lo que señala diariamente. Tal vez, el libro mencionado, tenga mayor contundencia en lo que describe, porque mucho de lo que ahí se encuentra, ya era percepción generalizada del pueblo mexicano, aunque no faltará, por ahí, quien pueda ofrecer los documentos probatorios o decida, en su momento, dar testimonio personal, porque, tal y como mucho se ha comentado, el círculo parece estarse cerrando para el presidente y muchos de sus más cercanos colaboradores.
El rey del cash, es un libro testimonial, como lo denomina la autora, con datos conjuntados a lo largo de los años en que tuvo la oportunidad de estar cerca del mundo en que se movía el ahora presidente de la república, y con pruebas o sin ellas, se percibe, sobre todo, más verdad que mentira.
Pero, el presidente, aunque señale directamente en sus mañaneras los errores del pasado o descalifique, incluso, las acciones del presente, no hay quien le crea mucho lo que dice, porque más bien es el producto de sus venganzas personales en contra de quienes, en algún momento, le pusieron los obstáculos para llegar a la presidencia de la república, pero que tampoco, hoy, tiene las pruebas suficientes para sentarlos en el banquillo de los acusados, a no ser, que solamente, sean juzgados desde su propio tribunal, situado en el salón Tesorería, de palacio nacional.
Pero el presidente, pide pruebas y éstas pueden llegar cuando sea el tiempo del llamado juicio final, es decir, posiblemente cuando concluya este sexenio.
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GRANDES PROBLEMAS, GRANDES SOLUCIONES.
SACAR ADELANTE a la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento, es uno de los grandes retos de la administración que encabeza el alcalde de Xalapa, Ricardo Ahued Bardahuill, porque además del aumento que han tenido los materiales que se ocupan para la construcción de la infraestructura hidráulica y sanitaria, ahora también se registra una importante alza en el interés del crédito que la dependencia tiene con Banobras. La situación es tan grave que va a ser necesario un reajuste del personal de confianza y reducir el gasto corriente. La decisión no es fácil, pero de por medio está el futuro de Cmas, y el bienestar de miles de personas que demandan obras. De ahí que a los grandes problemas, se tienen que tomar grandes soluciones.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
