Imaginen el siguiente hipotético escenario: Un lunes cualquiera el presidente Andrés Manuel López Obrador nos anuncia desde la conferencia mañanera su decisión, por sí y ante sí, de desaparecer el INE y otras instituciones creadas antes de su llegada al poder.
También decreta modificar la Constitución, disolver la Suprema Corte de Justicia de la Nación "por corrupta", suspender las garantías individuales y declarar toque de queda con el respaldo de Ejército, Marina y Guardia Nacional. Todo lo anterior, "por el bien de los pobres". ¡Y háganle como quieran!
¡Y ay de aquel que se atreva a protestar! Se va derechito a prisión. Dirán que son delirantes elucubraciones surgidas del sueño de una noche de anticipado verano y luego de tremenda borrachera de pronóstico reservado. Pues no. Ni fumo marihuana ni he ingerido licor en quién sabe cuánto tiempo.
La desobediencia a la ley y los desacatos a fallos del Poder Judicial por parte del Ejecutivo han empezado y van en aumento.
Palabras más, palabras menos, ha dicho: ¡Y no me vengan con ese cuento de que la ley es la ley! ¡Al diablo las instituciones!
Es uno de los presidentes más populares que ha habido, lo han comparado con el mismísimo Jesucristo, ha dejado entrever su pretensión de gobernar más allá de su sexenio y desea ingresar como héroe a la historia de México y del mundo. ¡Obradorización pura!
Y conste, como millones de mexicanos que votaron por AMLO y que hoy, decepcionados, le han retirado su apoyo, yo voté tres veces por él pensando que sería un gran presidente.
¿Lo es? ¿Está gobernando bien? ¿Transita México por la ruta correcta en economía, salud, educación, seguridad, justicia, etcétera, etcétera?
Si la mayoría de los mexicanos opina que vamos bien, votarán de nuevo por la continuidad del obradorismo aunque griten y salten los opositores.
Ustedes, amables lectores, ¿de qué lado se ubicarán en las elecciones del 2024?
VIRIDIANA, UNA INJUSTICIA MÁS
Me solidarizo con la periodista Viridiana Bretón Feito, expresidenta municipal de Ixhuatlán del Café, detenida injustamente el viernes. Como no detectaron malos manejos durante su administración, le inventaron un delito que caerá por su propio peso. La acusan de haber incendiado un beneficio de café el año pasado.
Hace algún tiempo, Viridiana fue agredida salvajemente a golpes por un iracundo troglodita, que está podrido en dinero. En aquella ocasión casi muere con el rostro destrozado y ahora ha sido encarcelada.