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A una semana y pocos días del inicio de la precampaña por la gubernatura de Veracruz, no han trascendido encuestas serias, creíbles, profesionales, sobre los dos competidores prácticamente enlistados: Rocío Nahle García y José Yunes Zorrilla.
La campaña arrancará en marzo y la precampaña termina a mediados de enero.
Rocío Nahle ya tuvo una gira de precampaña con Claudia Sheinbaum, la virtual abanderada de MORENA, PT y PVEM a la presidencia de la República.
En el equipo de enfrente, Xóchitl Gálvez no ha realizado eventos oficiales de precampaña en Veracruz y el propio José “Pepe” Yunes estaría tejiendo acuerdos con grupos de poder, liderazgos, dirigencias, sectores de los partidos que lo arroparán: el PRI, el PRD y el PAN.
Los dos primeros ya confirmaron su respaldo al político nativo de Perote, pero el PAN aún no y tal punto es clave porque el partido azul es el mejor armado y posicionado en la entidad; con todo y sus profundas divisiones internas.
Se entiende, entonces, la estrategia de Yunes Zorrilla: terminar de organizar hasta el último detalle de lo interno, para salir a la búsqueda del apoyo externo, el de los votantes.
Esa negociación interna pasa por la lista de candidaturas a diputaciones federales y locales, así como los amarres para el Senado.
En todos los casos hay quienes buscan espacios uninominales y los hay que exigen terreno seguro: las plurinominales.
A diferencia de MORENA, PT y PVEM, donde el mando de Andrés Manuel López Obrador funciona como el gran elector o –llegado el caso- el gran juez para arreglar diferencias en todos los nivele; entre priistas, panistas y perredistas abundan los generales y escasean los soldados.
José Yunes Zorrilla es un extraordinario capitán; capaz de dialogar de tú a tú como los generales y conocedor como pocos de los laberintos del territorio veracruzano donde se mueven los oficiales y la tropa.
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La última encuesta de El Universal –publicada la semana pasada- coloca a Claudia Sheinbaum con 48 % de preferencia electoral frente al 24 % de apoyo para Xóchitl Gálvez.
Escribí un CLAROSCUROS subtitulado Xóchitl, el ridículo; Claudia, el puro bastón; Andrés Manuel, el olvido de Madero…
Parte del sustento de esta aseveración son encuestas publicadas respecto a la competencia por la silla del águila y la serpiente.
Otra parte importante de esta aseveración, empero, no se basa en datos estadísticos, de ejercicios demoscópicos o encuestas.
Un punto clave en la visión de una Xóchitl Gálvez débil al entrar en la etapa final del año, es su discurso.
Claudia no maneja un discurso propio, pues está sujeta a la agenda verbal, ideológica y programática que AMLO inventa o reinventa cada día.
Justamente, la capacidad de haber creado un manejo discursivo auténtico, no solo contrario sino de confrontación con López Obrador, fue lo que condujo a Xóchitl Gálvez a convertirse en la novedosa figura pro electoral para la oposición, apenas cuatro o cinco meses atrás.
Frente a la Claudia acartonada y atrapada en un discurso ajeno, Xóchitl tuvo la ventaja de enarbolar un discurso propio que por momentos lució inteligente y audaz.
La mujer valiente, de verbo ágil, alegre, que se paró en las redes sociales y demostró las debilidades del anquilosado palabrerío presidencial, desató ilusiones para un amplio sector de la sociedad mexicana ubicada entre quienes no quieren saber nada de MORENA ni de AMLO, y aquellos indecisos que no veían alternativa frente a las aburridas pero eficaces mañaneras.
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¿Qué le pasó a Xóchitl?
Observo dos coyunturas en contra de la senadora hidalguense:
- La mafia partidista se la empezó a comer y se la sigue comiendo para colocar por encima de la campaña de Gálvez los intereses políticos de dirigentes y cómplices: ellos se reparten diputaciones y senadurías bien amarradas sin importar si su abanderada pierde o pierde.
- Desgastada al toparse con los sangrantes colmillos de los tigres con quienes decidió pactar, Xóchitl y su verborrea graciosa no alcanzan para luchar sola y su alma en tantos frentes y al mismo tiempo: Contra AMLO (el Estado); frente a Claudia; en la búsqueda de millones de electores para su causa; en la lucha cuerpo a cuerpo contra los alitos, los ortegas, los markos; contra sí misma y su ingenuidad.
Ya llegará enero, terminará la precampaña, habrá un impasse e iniciará la campaña de tres meses para llegar a la elección del domingo 2 de junio.
Ya iremos viendo encuestas y apreciando si el discurso de Xóchitl se reinventa o acaba como Marcelo Ebrard: en calidad de penosa anécdota política típicamente mexicana.
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¿Y la lucha electoral por la gubernatura de Veracruz?
Va un primer argumento: los procesos electorales por una presidencia de la República y un gobierno estatal van de la mano, sí, pero tienen –cada uno- sus particularidades; pueden ser, incluso, muy diferentes y sus resultados apuntar en direcciones semejantes o distintas; todo varía, todo cambia cada seis años…
¿Cuáles son las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas en los proyectos políticos de Rocío Nahle García y José “Pepe” Yunes Zorrilla?
CONTINUARÁ