Sólo quien no vive en México no se da cuenta que el presidente López Obrador ha metido y seguirá metiendo las manos en el proceso electoral del 2024, lo que puede ocasionar que se anulen las elecciones. Y esta posibilidad la quiere capitalizar a su favor.
Este martes dijo en su mañanera: “Nuestros adversarios están apostando a un fraude electoral desde el Poder Judicial para lograr la nulidad de la elección (presidencial)”. Y dijo más: “Van a dar un golpe de Estado técnico, van a hacer un fraude electoral desde los tribunales, desde el Poder Judicial”.
A pesar de que analistas políticos han alertado sobre lo grave que es que el presidente hable con tanta ligereza y sin pruebas porque puede polarizar aún más el ambiente electoral, al señor le vale gorro.
Y la cosa va en serio porque este miércoles su vocero de cabecera Epigmenio Ibarra, dijo en el noticiero radiofónico de Ciro Gómez Leyva que hay una “élite y una minoría rapaz” interesada en nulificar las elecciones
Claudia Sheinbaum también le entró al jaleo. Interrogada sobre el tema indicó: “Pues es una posibilidad para ellos (la oposición). Como ven que no tienen el reconocimiento del pueblo, están buscando otras formas porque quieren regresar al poder…”.
¿Qué es un golpe de Estado técnico?
Sepa Dios.
Los únicos golpes de Estado que conozco los organizan los militares, ya sea para poner en el poder a uno de los suyos o a un títere a quien mangonear.
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación no tiene esa potestad. Pero sí la tiene para validar o nulificar una elección.
Y es ahí donde Andrés Manuel le piensa ganar el brinco.
Me explico, lector.
El presidente ha sido un violador consuetudinario de la Ley Electoral lo mismo que la gran mayoría de los morenos.
Si a pesar de eso Claudia Sheinbaum gana el 2 de junio, ya podrá decir misa el TRIFE que no habrá poder humano que cambie el resultado.
Pero si la ganadora es Xóchitl Gálvez, la misma noche del 2 de junio Andrés Manuel saldrá a chillar que hubo un mega fraude perpetrado por Claudio X González, Calos Salinas, Carlos Loret, Héctor Aguilar Camín, Enrique Krauze, los intelectuales orgánicos, la mafia del poder, la élite que perdió sus privilegios y una minoría rapaz de conservadores que no quieren que México sea un país demócrata.
Casi lo puedo escuchar: “Fue un golpe de Estado técnico perpetrado por el Tribunal Electoral y los conservadores”.
Con esto y en automático el TRIFE pasará a ser el villano de la película, mientras que Andrés Manuel se convertirá en el visionario que desde meses atrás había advertido sobre la villanía.
Si en un principio le exigirá al TRIFE que anule la elección, lo más seguro es que le gane la ansiedad, sea él quien declare nulos los comicios y… y…
… Y ordene una nueva elección ¿no?
No.
Nada me va a extrañar si dice que como el INE y el TRIFE son una mafia al servicio de los poderosos, seguirá en la presidencia hasta que exista la seguridad de que se respetará la voluntad las mayorías.
¿Que no?
Uta…
Y qué tal que sí.
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