Prefacio.
Y de pronto, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) terminó por doblar las manos. Hoy ese organismo deja a un lado su responsabilidad y es omisa en su tarea de investigar presuntos actos abusivos de servidores públicos. * Al menos eso demostró esa institución al responder a un matrimonio que acudió en busca de apoyo por haber sido víctimas de abusos por parte de elementos de la policía estatal. * En atención al expediente DOQ/0268/2024, la CEDH les respondió a los quejosos que la delegación de Seguridad Pública dio respuesta a al requerimiento de información y señaló que “una búsqueda minuciosa” no se encontraron registros de la presencia de elementos policiacos en el momento y el lugar señalados, por lo que la Comisión requirió a las víctimas a aportar, en un plazo no mayor de 15 días “material probatorio” de sus dichos. * El abogado Tomás Mundo Arriasa dio a conocer que la CEDH está violentando los derechos de las víctimas, a las que les traslada la carga de la prueba. * en su respuesta a la CEDH, el abogado advirtió: “se aportaron fotografías de cuando los elementos de Seguridad Pública portaban uniformes con esas insignias ingresaron al domicilio laboral sin exhibir ninguna orden de algún juez competente”. * Y, además, se le hizo ver a la institución: “no está en nuestro poder como ciudadanos aportar o conseguir los videos de seguridad que están colocados en esa zona, y que seguramente están en poder del C-5 de esa adscripción, en ese sentido, es más fácil solicitarlos ustedes directamente, o ustedes pedirle que lo solicite Seguridad Pública”. * El representante de los quejosos calificó de “sesgada”, la resolución de la CEDH, pues está “creyendo solamente el dicho de los policías; y revirtiéndonos la carga de la prueba, porque en estos momentos sólo tenemos dos dichos: el de nosotros quejosos, y el de la dependencia que niega los hechos, y ustedes le dan más credibilidad al dicho de la dependencia sin decirnos cual es el umbral de suficiencia probatoria que usan para llegar a esa conclusión”. * El abogado Tomás Mundo advirtió que, en caso de que esa denuncia sea enviada al archivo, la Comisión estaría violentando lo que establece el Amparo en Revisión, 1284/2015, Primera Sala, de la Suprema Corte de Justicia de la Nación: “las violaciones a los derechos humanos deben ser investigadas con la finalidad de evitar actos de impunidad y restablecer –en la medida de lo posible– la plenitud de los derechos humanos”. * La actitud omisa de la Comisión Estatal de Derechos Humanos refuerza esa tendencia negativa en materia de procuración e impartición de justicia en el estado de Veracruz, ubicado en los últimos lugares en esas materias.
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La década de los 70, el siglo pasado. Eran tiempos en los que la sociedad organizada ya cuestionaba la validez de un sistema político que se decía “democrático”. Eran tiempos en los que el PRI -o sus partidos satélite- ganaba todo y las voces de la verdadera oposición no se hacían escuchar.
En la Constitución Política de 1917 se estableció un sistema de elección directa: se elegía un diputado por cada 60 mil habitantes.
Sin embargo, en la segunda mitad del siglo XX la hegemonía política que alcanzó el PRI impedía que los partidos de oposición pudieran tener representación en el Poder Legislativo.
El 22 de junio de 1963 se publicó una reforma al artículo 54 de la Constitución, con lo cual se estableció que todo partido político que lograra obtener el 2.5% de la votación total contaría con 5 diputados, uno más por cada 0.5% de votos obtenidos, hasta un máximo de 20 diputados. Fue así como surgieron los plurinominales, que en realidad son “de representación proporcional”.
Pero no era suficiente. Por ello, en 1977 se reformó el artículo 52 de la Constitución para establecer que la Cámara de Diputados debía estar integrada por 300 legisladores electos por la vía de la mayoría relativa, más otros cien por el principio de representación proporcional,
Con esa reforma electoral México se mudó a un sistema mixto electoral, el cual permitió la incorporación de nuevos actores políticos, principalmente de la izquierda que había estado por muchos años imposibilitada de participar.
Fue con la reforma electoral de 1986 a ese mismo artículo 52, que la Cámara de Diputados quedó conformada como está en la actualidad: 300 diputados por la mayoría relativa (voto directo, en las urnas) y 200 diputados por representación proporcional.
Aunque el objetivo inicial era que toda la ciudadanía se viera representada, las principales fuerzas políticas vieron en este mecanismo la posibilidad de incorporar al Poder Legislativo a personajes con amplio dominio en temas fundamentales para el país, pero cuyo perfil no era el mejor para conseguir la victoria en una elección.
Reconocidos juristas e investigadores en materias tan relevantes como economía, salud, finanzas y ecología -sólo por mencionar algunos temas- pudieron ser escuchados en el Congreso gracias a que consiguieron su lugar por el sistema de “listas” de los partidos políticos.
Pero ese perfil duró poco. Muy pronto las fuerzas políticas mayoritarias reclamaron su “cuota” de legisladores sin campaña y de pronto los líderes sindicales o cabezas de sector (que, en teoría, por el voto de su sector, deberían tener garantizado el triunfo en las urnas) llegaron por la “ruta VIP”, sin campaña, sin desgaste: con el simple hecho de aparecer en una lista.
Lo que sí sucedió con los espacios plurinominales, fue que fuerzas políticas minoritarias ganaron terreno en el Poder Legislativo y de ahí partieron a su crecimiento. Ese fue el caso de Morena.
Esta semana el Organismo Público Local Electoral Veracruz (OPLE) dio a conocer cómo se integrará el próximo Congreso estatal. Plantea que se rompa la paridad de género, pues llegarían 27 diputadas y 23 diputados.
Los cálculos del órgano electoral partieron de una cifra: tres millones 311 mil 138 votos que fueron emitidos y validados en la pasada elección.
A partir de ese dato, el OPLE determinó que a Morena le corresponden 9 diputados por la vía de la representación proporcional, con lo que sumará 30 diputados, ya que obtuvo el triunfo en 21 distritos.
Las otras once diputaciones por la vía plurinominal se repartirían así: Cuatro para el PAN, 2 para el PRI, 2 para Movimiento Ciudadano, 2 para el Partido Verde y una para el Partido del Trabajo.
Atendiendo esa distribución, Morena tendría 30 diputaciones; el Partido Verde seis diputados, el PAN y el PT tendrán cinco legisladores; Movimiento Ciudadano y el PRI dos legisladores.
Por el PAN llegarían, vía plurinominal, Luz Alicia Delfín Rodríguez, Fernando Yunes Márquez, Montserrat Ortega Ruiz y Enrique Cambranis Torres.
Por el PRI, Ana Rosa Valdez y Héctor Yunes Landa. Por el Partido Verde, Estefanía Bastida Cuevas y Carlos Marcelo Ruiz Sánchez; por el PT: Elizabeth Morales, mientras que por Movimiento Ciudadano Adrián Ávila Estrada y María Elena Córdova Molina.
Los plurinominales de Morena serían Ivonne Selene Durán López, Diego Castañeda Aburto, Marlén Guadalupe Hernández Castillo, Alejandro Porras Marín, Victoria Gutiérrez Pérez, José Reveriano Marín Hernández, Astrid Sánchez Moguel, Omar Edmundo Blanco Martinez, y Valeria Méndez Moctezuma.
Todo esto, claro está, al margen de lo que puedan disponer los tribunales electorales.
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Epílogo.
El gobernador Cuitláhuac García asegura que, con el operativo de seguridad aplicado en Tuxpan, regresó la calma a la zona norte. Nada más falso. * Este martes se registró una persecución y balacera en Poza Rica, lo que provocó que una patrulla de Seguridad Pública se impactara contra una camioneta y dañara una vivienda. Dos policías resultaron lesionados y se reportan severos daños materiales.
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