PODRÍA EXILIARSE EL FOTÓGRAFO VÍCTOR FUENTES
Pablo Jair Ortega
Columna sin nombre
2015-06-27
“¡Represión! ¡Represión!”, gritaba Víctor Fuentes en los pasillos del Congreso. Minutos antes había sido amenazado y reprendido por el diputado por Perote, Juan Manuel Velázquez Yunes. Lo más bajito que le dijo fue “pasquinero”, mientras una de sus ladys le espetó al querido y popular fotógrafo: “¡Más vale que te cuides!”…
Los amigos de Víctor Fuentes estamos sumamente preocupados por las amenazas de la asistente de Velázquez Mocos… Perdón, Yunes… ¿Más vale que se cuide? ¿De qué? ¿De la gripa? ¿De la chikungunya? ¿De los peligrosos mocos de Velázquez Yunes?
Porque en una de esas, Velázquez Mocos… Perdón, Yunes… puede hacer una bolita de mucosidad envenenada y aventarle el moco a Víctor Fuentes, así nomás de malora.
O en una de esas, Velázquez Mocos… Digo, Yunes… Le puede embarrar el lente con una selección de sus mejores mocasines y echarle a perder las crónicas gráficas tan divertidas a las que estamos acostumbrados ver.
Con tales amenazas, estamos pensando exiliar a Víctor Fuentes a Ámsterdam o Las Vegas, con una beca pagada por Sarita Ladrón de Guevara, rectora de la UV, ya entrada en gastos de mandar a estudiantes madreados fuera del país.
Pero antes que todo, las medidas preliminares que estamos pidiendo los amigos de Víctor Fuentes es que se le reconozca como uno de los periodistas que siempre cubrió el Congreso del Estado, y por eso se propone cambiarle el nombre a la biblioteca “José María Mata” y ponerle “Biblioteca Víctor Fuentes” o bautizar a la Sala de Prensa con su nombre.
Otra medida pertinente será cooperar para regalarle un impermeable al chaparrito para evitar la posible lluvia de mocos que Velázquez Mocos… Digo, Yunes… le prepare, pues versiones extraoficiales indican que el diputado se está preparando para una ofensiva rascándose lo más profundo del cerebro para juntar una cantidad considerable y arrojárselos cuando Fuentes esté distraído.
Habría que decirle también al maestro Juan Nicolás Callejas que le enseñara, como buen maestro, que le enseñe modales y tacto político; que antes de enfrentar a un periodista en público, las cosas se deben tomar con humor… Y de entrada limpiarse las narices antes de salir al pleno, para no andarlos pegando debajo de la curul.
Los amigos de Víctor Fuentes también nos cuidaremos, no vaya siendo que en una de esas sintamos una bolita de mocos enredada en la greña y de paso la #LadyAmenazas nos diga que nos va a caer el moco…
¡Mocos, qué!