¿Y LOS GASOLINEROS, APÁ?

Durante años recientes, con la diversificación y aumento de actividades de la delincuencia organizada (que pareciera que alguien les había dado un mapa, por lo exacto para realizar ordeñas), la entidad se convirtió en una de las más afectadas por el robo de combustibles por los famosos “chupaductos”: cuadrillas con preparación técnica que les permite abrir una “línea viva” y extraer hidrocarburos en cantidades industriales.

De repente disminuyeron dichas actividades por la presencia de las fuerzas armadas, que aparte de andar en las calles cuidando civiles, trabarse a plomazos con sicarios, etc., tenían que fletarse a realizar recorridos en campo con los famosos “especiales”, la policía de Petróleos Mexicanos.

El asunto es que ahora ya no “chupan” ductos, sino que roban pipas enteras, según declaraciones del secretario general de la sección 9 del Sindicato de Petroleros, Roger Pavón Espinoza, quien señaló que se han incrementado los robos de unidades que transportan combustible por carreteras veracruzanas.

Esto a pesar de que PEMEX es una de las empresas mexicanas que tiene permitido tener unidades escoltadas por las fuerzas armadas con una insignia que les permite tener el paso libre y sin poder ser detenida.

Por cierto ¿y en qué diantres va la investigación contra gasolineros veracruzanos? Esa que había trascendido en julio por parte de la PGR, donde acusaba a los empresarios de comprar gasolina robada… ¿A poco todavía no hay avances? Chale.