TIEMPO DE DECIRLO: CHAU, CHAU ADIÓS…

Impresionante el funeral del músico poeta argentino Facundo Cabral. Miles de gargantas de argentinos entonaron en signo de despedida la canción “Chau, chau adiós”, de su compatriota Raúl Abramzón.

Zona Norte

- 2011-07-13

Medios televisivos y en línea estuvieron transmitiendo el último adiós de quien consagró su vida al canto, transmitiendo con sus letras el espíritu de paz inspirado en las enseñanzas de Jesús, Ghandi y la Madre Teresa de Calcuta. Este platense, criado entre la sureña Ushuaia, Tandil y Mar del Plata, era un cristiano por cuenta propia.
Facundo Cabral, cuyas canciones con letras como “No soy de aquí, ni soy de allá” fueron entonadas, guitarra en mano, por millones de jóvenes de todo el mundo, nació en 1937 y en sus conciertos contaba como anécdota que cuando se fue de su casa, niño aún, su madre lo acompañó a la estación y cuando se subió al tren, le dijo: este es el segundo y último regalo que puedo hacerte, el primero fue darte la vida, el segundo liberarte para vivirla.
Y Facundo cuidó de esa libertad y anduvo por el mundo llevando mensajes de armonía y de paz espiritual que tanta falta nos hace a muchos. Cual lobo estepario recorrió el mundo y con sus actuaciones hizo vibrar a los públicos de muchas naciones que hoy lamentan tan irreparable pérdida.
Nos tocó verlo actuar más de una ocasión y era un deleite, siempre con ropa sencilla pero claro al hablar, su mensaje llevaba reflexión y enorme sentido. Se afirma que muchos jóvenes al escucharlo abandonaron las drogas y otros las ideas del suicidio y se ufanaba de que “la fama es asunto de los demás, no mío porque yo vivo no con ella ni por ella; la fama es bullicio que sucede fuera de mí”
Leyenda que se paseaba –y se seguirá paseando con su legado- entre la biblia y Pedro Páramo, entre el mar y los desiertos.
Médico del alma, con su hablar cálido. Ha dejado de fluir, pero no sus canciones ni sus pensamientos que quedarán en la memoria de muchos admiradores en los nueve idiomas en que tuvieron grabación.

CHAU, CHAU ADIÓS

De pequeño, yo soñaba con toda una vida llena de ti,
te tomaba de la mano y caminando te decía,
vida mía, yo te amo,
y luego al pasar el tiempo me di cuenta
de lo que siento hoy por ti no es amor,
por eso pienso que es mejor decirnos adiós
Chau, chau amor
que la distancia nos separe y decida por los dos
chau, chao adiós
que fuimos todo lo que dos enamorados pueden ser
por eso amor te digo chau.
Amaneció el tren se marcha y la estación del
pueblo casi no se ve y recordé a dos gorriones
que jugaban al amor sin mucha fe
y yo lloré por tantos sueños que soñamos
y que no pudieron ser amor me voy chau, chau adiós
¡Chau, chau adiós Facundo!

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