JORNADA HUASTECA: En riesgo la voz de los maestros

+Profesora a punto de quedarse muda por condiciones laborales +Los gritos en clase, estar hablando por varias horas, además de la fatiga, la hicieron llevar años de ver especialistas

Zona Norte

- 2011-08-10

Angustiada, una profesora con más de 40 años de servicio en el magisterio, nos pidió indagar y difundir información relativa a la voz, y es que estuvo a punto de perderla y también la vida, por tomarse a la ligera las recomendaciones que debieran seguir, al pie de la letra, todos los mentores, para no padecer problemas tan serios y que tienen con frecuencia, a muchos y muchas, enfermos y sufriendo por incapacidades.

Para que la inactividad laboral no sea en materia de causas provocadas por los riesgos del trabajo, en la materia de pedagogía, se introdujo el tema de los cuidados y la vocalización, que deben seguirse, procurando tener una vida sana.

Para comenzar los gises de antaño, salieron de las aulas y están recomendados los sintéticos, que no se haga polvo que se esté ingiriendo, lo que puede lograrse con del uso del pintarrón y los plumones.

El problema de garganta, desde el punto de vista médico, si no se puede superar con la atención que nos brinda el médico general, debe atenderlo el otorrinolaringólogo, especialista al que se puede acudir pues su materia son los oídos, nariz y garganta. El médico Julio César del Ángel Cárdenas, quien trabaja en el Hospital General “Dr. Humberto Silva Castillo” en Tantoyuca, dijo que el origen de las afectaciones a la salud en la garganta de los maestros y maestras puede ser de origen viral, bacteriano y alérgico.


Pero además en el interior del cuello, en donde están las cuerdas vocales, también hay otras partes del cuerpo como las amígdalas, ganglios, la faringe, la laringe, entre otras que, pueden sufrir enfermedad y debe cuidarse sin acudir a los remedios caseros.


Así que si se quiere mejorar con tesitos, hay que pensárselo dos o tres veces antes de desistir de esos remedios, y acudir a su médico para que sea él quien determine lo que corresponde hacer en su caso.


Este tema es tan delicado, que, por no saber la forma correcta de respirar y vocalizar, al hablar por muchas horas, esta maestra que nos pidió leer e investigar de este tema, le quitaba el sueño. Considera que, seguramente hay muchos maestros y maestras que por ignorancia vivieron o han pasado por lo mismo, e incluso sabe de casos tan dramáticos en los que han tenido cáncer y otras enfermedades muy fuertes en las vías respiratorias y en la garganta por no saber los pasos a seguir en el cuidado de órgano tan delicado y que permite la voz.


Tomar agua muy fría, o muy caliente; estar tomando miel o bebidas con alcohol, entre otras que se dice, sirven para afinar la garganta, pueden afectar profundamente a un profesor o profesora si en su caso personal, le caen mal estas prácticas, que si bien, en ocasiones a la primera funcionan, a largo plazo dejan de servirles y entran en una dinámica de enfermedad y lucha por conservar la salud.


Respecto a las enfermedades que son por epidemias como la influenza y faringitis, que son propias de la época de frío, entre noviembre y febrero, el médico entrevistado consideró que no es esta la época en que son frecuentes, sino que por el calor se toman cosas muy frías, y después se permanece bajo el sol, y esos cambios afectan a la salud.


Además explicó que hay afecciones que se ignora qué las provoca, como cuando hay la presencia de un tumor y otros, lo que se debe, reiteró, tomar en serio y no a la ligera.


En el caso de la profesora en cuestión, quien por modestia no quiere ser nombrada aquí, pero que ha sido promotora de que los maestros y maestras tomen conciencia de la seriedad de este problema, dijo que fue, saber las ventajas de aprender a respirar correctamente lo que le ayudó a dejar atrás el insomnio, las frecuentes gripes, la ronquera, y que pedo conocer su “verdadera voz” una vez que consiguió, dar terapia a su sistema respiratorio, empleándolo correctamente para que al pasar el aire por sus narinas, no resultaran dañadas.


Contó que los gritos en clase, estar hablando por varias horas, además de la fatiga, la hicieron llevar años de infierno, hasta que pasó a ver y conocer especialistas con quienes aprendió a vocalizar y aprender las técnicas.


Piensa la profesora que aparte de la cátedra de pedagogía en la que se informe sobre esta situación a los maestros y maestras, debe existir una unidad especializada en el aprendizaje de estas técnicas, disponible al magisterio para que todos lo aprendan y puedan respirar bien, tener una mejor salud y salvar la voz.

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