TANTOYUCA: Suspenden celebración a los abuelitos por luto nacional
Columna JORNADA HUASTECA de la periodista Livia Diaz
Zona Norte
- 2011-08-28
En Tantoyuca se suspendió una celebración a los abuelitos y las abuelitas, que tenía por objetivo reproducir el Día del Abuelo, este 28 de agosto. A esos ancianos, los de la edad extensa, los que ya ven tres generaciones en un presente, e involuntariamente se suman a la tristeza que ensombrece a la gente de un país convulsionado por hechos de violencia.
Como se ha informado últimamente, la pobreza es un factor que está evidenciándose en los medios, cada vez con mayor frecuencia, hemos podido conocer las condiciones en las que viven miles de personas de ese sector, el más vulnerable junto con el de los niños y las niñas.
En Tantoyuca ya se ha denunciado que hay quienes han visto en los ancianos y ancianas, otra posibilidad de ingresos y los mandan a recorrer a pie las calles, o a permanecer sentados en algún lugar de las plazas a pedir limosna.
Hay otros que para conseguir recursos, agarran la servilleta bordada para las tortillas y la andan vendiendo de mesa en mesa en loncherías y restaurantes, como no la venden, piden coperacha y con eso juntan para irse a la cantina.
En el DIF municipal y en Cáritas, las promotoras dan cuenta de que al no tener ocupaciones ni nada qué hacer, ancianos y ancianas se la pasan de “callejeros” pues no los quieren en la casa y los corren a que anden en las calles, así que el destino de muchos de los abuelos y abuelas huastecos es “pasear” obligadamente dando vueltas todo el día por la plaza y el parque, deambular por las calles pidiendo y finalmente lograr, por alguna caridad, el apoyo.
Muchas de estas personas ya no están bien de la cabeza.
Algunos ancianos, afectados en sus facultades mentales por la edad o la enfermedad, se la pasan hablando solos, o eligen interlocutores en las calles o descansos y comienzan a hablar de temas de lo más disparatados, compartiendo con quien los escuche, en voz alta.
Otros permanecen caminando de aquí para allá, muchos son indigentes y viven cerca de los puentes, acarrean en bolsas sus escasas pertenencias y pasan por las calles de día o de noche y cuando se acerca una patrulla corren, advirtiendo en sus rostros y a voces el temor.
En Tantoyuca también se ha visto casos de desalojos a los ancianos por parte de los hijos, licenciados y notarios han contado de esto, en situaciones en las que, al no tener las cosas claramente destinadas mediante un testamento, los que ven acercarse la muerte del anciano o la anciana, comienzan la repartición de sus bienes y una vez terminada esta, los echan a la calle o los despojan, abandonándolos a su suerte en condiciones precarias.
Al no ser esta práctica única de Tantoyuca, como se recordará, en este medio se ha dado cuentas del abandono de una anciana en Platón Sánchez, quien se vio obligada a vender su terreno con el convenio con su nuevo dueño de que el pago sería apoyarla y cuidarla hasta que muriera, pero esto no fue cumplido y ella fue abandonada a su suerte en un cuartucho.
Lo que más afecta a los ancianos en la región según testimonian las Damas Voluntarias de Cáritas es la pobreza extrema y es un factor que orilla a la gente a abandonarlos, esto pasó en la contingencia por frío de finales del 2010 en la que, el ayuntamiento abrió un albergue, quedándose con dos ancianas, las sin hogar, a las que no se podía devolver a la indigencia y el frío y sin saber qué hacer, al no hacerse cargo los familiares. Semanas después, a una de ellas la recogió su nieta.
Así que el Día del Abuelo, lo que quieren las personas entregadas al servicio, es que se haga un refugio o albergue, ya no digamos un asilo, que es el sueño adorado de toda la gente en la zona norte de Veracruz y que urge, para la asistencia de los sin hogar, los abandonados que acaban en la indigencia.
Cabe recordar el cómo son recogidos en vehículos y tirados de un municipio a otro los ancianos conformando nuevos grupos de indigentes en una otra ciudad, la forma en la que se “hacen cargo” de ellos, ya ha sido socialmente asumida, a nadie indigna ni espanta.
Los abuelos y abuelas que son “tirados” de esta manera en uno u otro municipio, al llegar a ellos, se sientan en las plazas a esperar, no se sabe qué, un algo que no llega, hasta que finalmente comprenden que nadie vendrá por ellos y comienzan su andar, perdiéndose por las calles.
En campañas y por épocas han habido abuelos en el sector comercio trabajando de chícharos, y en otros servicios, es muy característico que los abuelos y abuelas trabajen, venden todo tipo de cosas casa por casa, deambulan semivestidos en esas condiciones, descalzos o con huaraches muy usados, pasan con sus actividades, muchas veces rutinarias, a la misma hora, por el mismo lugar y calles.
Hay otros abuelos, que sí tienen hogares y viven en casas, se dice que los huastecos son muy longevos, es una característica de la raza, pero en las estadísticas de población no se ha encontrado eso. Se encontró que la principal causa de muerte es el cáncer y luego enfermedades cardiovasculares. Además de que al Hospital General “Dr. Humberto Silva Castillo” llegan a recibir atención médica, y a muchos los abandonan.
Médicos y enfermeras de la institución han contado los casos, de ancianos abandonados, quienes una vez que se han curado permanecen en espera de que vayan por ellos, la trabajadora social va en busca de las familias, muchas veces dicen que van por dinero y ya no regresan. Lo crudo es que hay tratamientos por hacer, prácticas médicas que iniciar –como un traslado a especialidades- y no se puede, porque no hay quien se haga cargo.