JORNADA HUASTECA: Motecuhzoma Xocoyotzin dispuso un altar para los dioses de otros hombres.
* Muchos signos le advirtieron de la llegada de los españoles
* El quinto sol cayó con Tenochtitlan
Zona Norte
- 2011-10-10
El último rey de los aztecas Motecuhzoma Xocoyotzin, sabio al que eligieron rey los señores mexicas y a quien tuvieron que sacar del templo de Huitzilopochtli, en donde estaba dedicado a la meditación y el estudio, hereda la responsabilidad de un pueblo amenazado y es persuadido de que ha de dedicarse a defender la ciudad, amenazada de ruina.
Miguel León Portilla trascribe en su obra “Los antiguos mexicanos”, las palabras que le dijeron una y otra vez los señores mexicas “Señor, poderoso sobre todos los de la tierra; ya se han deshecho las nubes y se ha desterrado la oscuridad en la que estábamos; ya ha salido el sol: ya la luz del día nos es presente, la cual oscuridad se nos había causado por la muerte del rey tu tío; pero este día se tornó a encender la candela y antorcha que ha de ser luz en México; hásenos hoy puesto un espejo donde nos podemos mirar; hate dado el alto y poderoso Señor su Señorío, y hate enseñado con el dedo el lugar de su asiento: ea, pues, hijo mío, empieza a trabajar en esta labranza en los dioses, así como el labrador labra la tierra, saca de su flaqueza un corazón varonil y no desmayes ni te descuides.”
Los primeros años del siglo 16 tuvo lugar esto, el evento de coronación de Motecuhzoma Xocoyotzin, reunió a miles de personas y duró varios días, advirtiendo de inmediato a los señores mexicas que iba a hacer su gobierno a su manera, diferente al de su tío, y reunió a los que fueron sus subalternos, con frecuencia sesionaban y los instruía, además los persuadió de sus ideas e ideales. De ahí surgen cuestionamientos lógicos sobre esta historia, el rey comenzó a gobernar en forma diferente y a tener actitudes que no solo distinguen a su gobierno, a su política sino también en actos religiosos, tal es que al recibir la primera noticia sobre la llegada de los españoles, en vez de empuñar las armas desde un principio y rechazar a los forasteros; consultó antiguos códices, se preguntó si acaso Quetzalcóatl y los dioses habían por fin regresado.
Así también se acercó al culto de los pueblos vencidos y conquistados por los aztecas. Mando hacer un adoratorio adentro del templo de Huitzilopochtli y Tláloc al que llamó Coateocatli “casa de diversos dioses”.
Muchos signos le advirtieron de la llegada de los españoles.- Según las ilustraciones del Códice Florentino, en donde quedó plasmada la “visión de los vencidos” como dijera León Portilla, antes de la llegada de los españoles hubo presagios funestos. A casi dos años de la llegada de los españoles a Tenochtitlan, a pesar de que por todos los medios Motecuhzoma Xocoyotzin los mantuvo alejados y procuró que no se acercaran, acentuaban sus temores los signos en el cielo, en el agua, en la tierra, que desde antes de que aquéllos señores piraran la tierra les dieron aviso.
El rey, como hemos visto, en vez de mandar a confrontarlos de inmediato, consultó libros antiguos, pensó y transmitió ese pensamiento posiblemente a otros en su pueblo, que los dioses habían vuelto; que lo que dijo Quetzalcóatl se había cumplido.
Uno de esos presagios fue un “mechón de fuego” que se encendía en la noche y alumbraba el cielo hasta el amanecer. El segundo augurio fue el incendio del tempo de Huitzilopochtli, y la tercera señal fue un rayo que cayó sobre el templo de Xiuhtecutli.
El cuarto augurio fue de día. Un cometa triple que venía del oeste pasó y fue al este como una fina lluvia de estrellas; el quinto augurio fue que el agua del lago hizo ebullición, además se incrementó de nivel el canal, inundando casas derribando algunas.
En el libro en el que este contenido del Códice se retrata e interpreta “La conquista de México”, de Editorial Nueva Imagen, se hace dibujo y escritos con apego a lo original, Martha Lujovne y Lorenzo Amengual, nos permiten conocer los ocho augurios funestos.
El sexto augurio funesto plasmado en esta obra de Editorial Nueva Imagen, es la aparición de una mujer, que ha de ser Cihuacóatl, que por la noche gritaba y lloraba diciendo “Mis queridos hijos, ya nos partimos, ¿a dónde os llevaré?”.
La séptima vez que apareció un augurio, podemos presumir que al rey que describimos le dio un susto de muerte pues le llevaron un pájaro negro que tenía un espejo en su cabeza en el que miró a muchos hombres avanzando preparados para la guerra.
El octavo signo o presagio funesto de la amenaza al pueblo de Motecuhzoma Xocoyotzin fue que aparecían hombres monstruosos, de dos cabezas, pero cuando los veía él, desaparecían.
El quinto sol cayó con Tenochtitlan.- Ya no esperamos el quinto sol, ese ya pasó, hace 500 años, en 1521 fue conquistada la ciudad. El sino del rey Motecuhzoma Xocoyotzin, elegido cuando sobre la ciudad pesaba la amenaza de ruina se había cumplido, para el mundo náhuatl llegó el final de esa quinta edad o sol” en que vivía. El pueblo sol fue derrotado, todos huían de la matanza.