JORNADA HUASTECA: La comunicación del silencio en la huasteca
No hacen material electoral para el huasteco
Zona Norte
- 2011-10-17
La mitad de la población de Tantoyuca, que es huasteca, solamente se comunica por lenguaje hablado. En la región huasteca la lengua es el Tének y no se ha llegado a la comunicación mediante su lengua.
Para todos, el celular representa el máximo descubrimiento en su vida.
En forma escrita no hay transmisión de información por ningún medio de comunicación, excepto carteles para prevenir la trata de personas que realizó la Procuraduría General de la República hace dos años y las noticias, que por algún tiempo publicó el Diario de Tantoyuca.
Al pueblo Tének tampoco suele dirigirse en lengua ninguna transmisión de radio ni televisión, y el único documento que leen algunos grupos es la Biblia que tradujo el Instituto Lingüístico de Verano y leen algunos pastores en la única misa Tének, bilingüe, de los domingos en la única parroquia de toda la región.
El otro documento en Tének es de lecturas de textos gratuitos escolares para menores de primaria, de los que llegan a la zona unos 500 ejemplares para cada nivel, cada año.
En la música, algunas canciones se dicen en Tének pero no llegan a una docena, algunos grupos y cantantes lograron incursionar los últimos años diciendo en su lengua la letra y con mucho éxito para sus contrataciones, pues le gustó al huasteco escuchar, en su lengua, las palabras que le dicen los intérpretes.
Como todos saben y hacen las cosas a “sabiendas”, por la ignorancia de la lengua de unos y otros, el pueblo en Tantoyuca se divide, comunicándose sin palabras, solamente lo que se ve.
El pueblo va rezagándose y los comercios perdiendo oportunidades de negocios y las instituciones de información; lo que supone ante la contienda electoral que se avecina, un problema que no se está discutiendo al interior del Instituto Federal Electoral, pero que algunos partidos tienen claro, comienzan a buscar gente bilingüe que los acompañe a los pueblos.
Parece que en el municipio, indígena por densidad de población mayoritaria, no se prevé la traducción; superar lo mismo, supondría el uso de recursos multimedia para la difusión de la información audiovisual, en virtud de que, la lengua no está al alcance de quienes no tienen conocimiento de su propia lectura, porque no ven la lengua en forma escrita y porque muchos no saben leer.
No impera en la zona un esfuerzo por la comunicación bilingüe.
En los centros de salud y hospitales no se han encontrado textos escritos en lengua para la información o difusión de información del paciente; no hay materiales que le indiquen en huasteco ni en náhuatl a la población abierta las prácticas de salud, tampoco las advertencias o avisos han sido traducidos.
El lenguaje del silencio ha hecho al huasteco aprender las palabras del idioma que predomina en las instituciones, Náhuatl, Tének, Otomí, Pames y otros grupos étnicos que se han ido asentando en la región quedaron soslayados de la comprensión.
Entrando a la contienda electoral, este 18 de octubre, se apreciaría un esfuerzo para la traducción de la información al Tének, que es la lengua más hablada y al Náhuatl que es la que le sigue. Así también del dulce lenguaje español, convendría saber hasta a donde la gente mestiza está comprendiendo lo que le dicen y lo que escucha. En la zona urbanizada la señalización y la colocación de letreros, por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes ha sido abandonada poco a poco, hasta quedar casi por completo a manos y en la responsabilidad de las vocales de Oportunidades, que son quienes se han encargado de ir colocando la información de sus centros de vivienda, caminos, población, avisos, e incluso el nombre del pueblo o rancho y la señalización que guía a los automovilistas-
La comunicación se ha ido inventando y reinventando a modo; cuando hay alguna concentración, el aviso es un cohetón o dos, los que van avisando que ya se están reuniendo, después de las campanas de la iglesia, esta es la señal más común para comunicarse en los pueblos huastecos; en muchas de éstas comunidades, hay piedras encaladas o pintadas de blanco con las que la propia gente ha puesto para guiar a sus visitantes, a falta de señales, luces, y letreros en las carreteras, es lo más frecuente; pero la forma de comunicación privilegiada sigue siendo la verbal, de boca en boca, ya que en la mayoría de los centros de población, pocas personas tienen radio, y menos tienen televisión, de esa minoría, algunos ya tienen antenas de recepción de canales de televisión satelital, y otro tanto el teléfono celular, con lo que se comunica más de lo que se ve, aunque lo que se ve no es comprendido por todos.