JORNADA HUASTECA: Trastorna la crisis a las familias huastecas.

* Profesionistas deambulan buscando empleo * La migración cambia a la gente

Zona Norte

- 2011-10-18

Como una consecuencia inesperada, la crisis está trastornando la vida de las familias huastecas, quienes vienen y quienes se quedan en Tantoyuca, están conviviendo con la crisis, lo que les provocó este año, cambios en su proceder, convivencia y hasta de identidad.

La maestra Celia de Jesús Hernández, coordinadora local de Mujeres por el Desarrollo (MADES) contó en entrevista que en la reunión más reciente de la asociación civil, se tomó la decisión de colocar envases para colectar ayuda económica que sirva a las mujeres que tienen que asistir a citas médicas y a realizar gestiones a otros municipios y no tienen recursos.

Ante esto se le cuestionó si es que son muchas o qué está ocurriendo para que tengan que pedir prácticamente una caridad a la gente para ayudarlas a lo que respondió que la situación está verdaderamente grave que hay mucha necesidad y que el recurso le urge a la gente, quienes no cuentan con nada, y por esto, el 9 de octubre decidieron hacer una colecta de donativos y con amigos para ayudar.

“Hay mucha necesidad y mucho problema” dijo la profesora De Jesús Hernández.

En Tantoyuca recrudeció la necesidad y los problemas de la gente son bastante grandes, añadió “la gente se desmoraliza y vive en un estado de preocupación.”

Dijo que derivado de esta situación, los que no tienen “batallan más.” Hay problemas en las casas y problemas al interior de las familias, explicó la coordinadora del grupo de mujeres, todo está siendo provocado también por la movilización de la gente a los centros de trabajo, hay una alta migración en la búsqueda de empleo.

En los hogares adonde la madre se fue o se quedó, y el padre hizo lo mismo, siempre por la necesidad económica, los que más están resintiendo esto son los niños y adolescentes quienes muchas veces quedan al cargo y no toman –en ocasiones- las mejores decisiones al resolver los problemas a los que se enfrentan y para los que no están preparados.

En la zona urbanizada y en las comunidades está sucediendo esto a todos los niveles, no se escapa a este problema la gente con medios y con estudios, comentó.

Es que la falta de trabajo y oportunidades les corta de tajo los sueños a muchas personas que “están trabajando de cualquier cosa” a pesar de haber invertido media vida en titularse “como ingenieros o licenciados”.

El problema en la huasteca veracruzana apreciado al interior de la organización de mujeres, es la desintegración de las familias, derivado de todos los problemas mencionados, los que en la superficie no parecen corresponder a la situación económica, pero que en el fondo corresponden a la migración y desplazamiento a que obliga el desempeño laboral asalariado.

“La madre llega a la hora que necesita llegar y en ese tiempo no pueden controlar lo que hacen sus hijos, además de que delegan en los hijos labores que no les corresponden y para las que no está preparados.”

Otro aspecto de esta “época difícil“ que se está viviendo en Tantoyuca, al decir de la entrevistada, es la poca capacidad para atender prioridades de salud, educación ya no se diga vestido y calzado.

En tanto otro grupo “teniendo el perfil”, no encuentra trabajo, por necesidad obvia su desempeño y su satisfacción es pobre pues “terminan de otra cosa.”

Para satisfacer estas necesidades la gente se va. Lo malo es que una vez que se desplaza una parte de la familia, o la pareja, la vida cambia y se desintegra el núcleo familiar, la dinámica es otra, pasan a ocuparse funciones y hacer actividades distintas; además de que, cuando regresan los migrantes su actitud es agresiva y en la sierra se ha notado que “cuando regresan del corte están muy agresivos” ya no son los mismos.”

En cuanto a la forma de vida de quienes se van en busca de una realización profesional, migran pero corren riesgos muy grandes, según siguió diciendo la maestra, en MADES, también se ha observado que “cambia radicalmente su forma de vida”, esto deriva también en la desintegración familiar y lo más preocupante es que está dándose a una velocidad vertiginosa por la que el stress y la tensión es palpable.

Derivado de esta situación, en general han tenido que apretar filas en torno a sus problemas personales y al interior de sus hogares y comunidades, dejando un lapso de relax para otras tareas en las que se daban cita con mayor frecuencia, atendiendo lo más relevante y que les exige de momento buscar la forma de allegarse recursos y comenzar a resolver, por prioridades los problemas de las mujeres que piden urgentemente el apoyo para acudir a citas médicas y hacer gestiones a dependencias oficiales, informó.

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