Director de Obras Públicas del Honorable Ayuntamiento trabaja tirando concreto, mientras que en el centro de la ciudad le cambian el impacto visual a las fachadas y techados de las viviendas arquitectónicas, que deben ser catalogadas como Joyas y patrimonio de los misantecos.
En la calle Constitución, en pleno centro de la ciudad, justo en el lugar donde se encuentra la tienda de ropa denominada “Súper Sensación”, de un día a otro empezaron a cambiar la teja por lámina de Zinc, lo que constituye un efecto contradictorio a lo que se refiere a las fachadas coloniales.
Parece ser, que la conservación del patrimonio, no es el fuerte del Director de Obras Públicas, quien no cuenta con la infraestructura para la supervisión. Así como la población ha perdido su identidad y no cuanta con el hábito de informar a la autoridad sobre los cambios que realicen en sus construcciones o viviendas, la infraestructura urbana se ha ido modificando al libre albedrío, perdiendo así la belleza de Misantla.
En otras ciudades primero los ciudadanos realizan sus proyectos de construcción de sus viviendas y los ingresa al departamento de obras públicas del municipio, y no comienza la obra o el cambio de su fachada hasta que el proyecto que presentó sea aprobado para su efecto.
De la misma manera, cada obra que se realice se tiene que pagar los derechos de construcción, que son ingresos a la tesorería municipal.
Los cambios en las fachadas y sobre todo en techados, llevan a Misantla a estar más lejos día a día de lo que pudiera ser un “Pueblo Mágico”.
El detrimento en la vista del centro de la ciudad es notorio, al cambiar la teja por lámina de zinc, que hasta lastima la vista.