JORNADA HUASTECA: La indefensión cultural de la juventud en Tantoyuca
* Celebran a la muerte como acostumbran, la reproducen como creen que es
* Pretenden preservar la tradición como un valor personal
Zona Norte
- 2011-10-31
Este fin de semana se llevaron a cabo en Tantoyuca las primeras manifestaciones del Xantolo, tal parece que a raíz de la suspensión del puente vacacional decretado por el gobierno estatal, habrán dos fiestas de Xantolo, una ocurrió este fin de semana a razón del quince aniversario de la cuadrilla de El Rastro DIF y la otra porque quienes no podrán venir en los días siguientes, llegaron a pasarla con sus familias este sábado y domingo; así que desde el viernes habían en las casas levantamiento de arcos, humo de tamales cocinándose y chocolate, y los vendedores de pan llegaron con sus cajones llenos de mortajas y huesos.
En ese marco se tronaron cohetes y comenzó el cuerno a sonar en las calles de Tantoyuca, guiando a los de la danza a Los Viejos, reproduciendo los pasos a ritmo de son huasteco en las casas y en las colonias.
El palacio municipal de Tantoyuca exhibe un gran arco de entrada formado con flores de cempasúchil y mano de león, además de máscaras gigantes de papel maché que hicieron los estudiantes. La Catrina es el personaje principal, a sus lados hay diablos y otros personajes que sonríen mostrando sus grandes narices picudas.
Abajo se encuentra un gran tablado por donde pasaron las cuadrillas de estudiantes bailando, dando comienzo a los días de las danzas de los disfrazados. En los andadores del parque Constitución hay arcos, uno muy solitario lo único que tiene por vianda es una cerveza tecate; otros tienen fruta, chocolate y pan. Son de las colonias; en el kiosco, el ayuntamiento puso un altar inmenso de cuatro columnas y su “arco” en forma cuadrada, lo que puso a pensar a más de uno si es esa forma permitida o no por la tradición. No está escrito que “el arco deba” ser semiredondo (¿?), pero aunque a un arco se le permita ser rectangular ¿acaso la tradición tiene reglas? Cuando estas son muy estrictas comienzan a derivar en atropellos. Como el que dice que hay que poner sal en el altar y la pregunta que la promotora cultural ingeniero Eloísa Hernández Mateos dice es “esto es nuevo para mí” y pregunta “¿y por qué se pone sal?” Ella, como otros, sigue conociendo e investigando y sigue aprendiendo.
La indefensión cultural de la juventud en Tantoyuca.- En la iglesia de Tantoyuca, Parroquia Santiago Apóstol, los jóvenes organizados hicieron un concurso de altares, la promotora cultural les dice “es la primera vez que acepto estar en un concurso.”
En el marco de los festejos del Día de Muertos o Xantolo, Mateos Hernández les dijo que la cultura forzosamente es cambiante. Un poco sorprendidos por las preguntas sobre sus arcos, los jóvenes que para presentarse hicieron una investigación, y por grupos colocaron en sus arcos del Día de Muertos toda clase de elementos, fueron interrogados y cuestionados al respecto.
Es que en sus altares colocaron, por ejemplo, una escalerita de siete peldaños, forrada con papel de china morado y con una veladora encendida en cada uno, y luego dijeron que representa los siete ríos míticos, algunos a la pregunta sobre esto dijeron que era por los siete animales de la creación, otros que en la biblia dice, también les preguntaron qué ríos son esos y se les pidió decir quién les contó o en qué libro vieron eso del siete.
Otro elemento que causó sorpresa fue la fruta colgada en hijos y también así las fotos, la división en la muestra del arco de las fotos y pinturas entre los santos arriba y abajo los deudos.
También se dijo que sobre el tronco del plátano se ponen las velas, pero ¿por qué allí? Un chico contó que en su casa, la abuela le dijo que sobre la tierra es difícil colocarlas y por eso se hace sobre el trozo del tronco del plátano; unos dijeron que debían ser siete velas, otros que debían ser encendidas la cantidad de velas por cada deudo.
Así también se contó que la armonía en la colocación de las flores y ramas era estética, que no le encontraron a la colocación de las mismas y de las varas, una explicación de la forma, amén de que es un arco doble, con travesaños para que soporte el peso; las flores adornan el entorno y hacen un camino de pétalos de flores de la calle hasta el arco. El conjunto es llamativo y es en honor a las almas que llegan a convivir a beber y a comer.
Celebran a la muerte como acostumbran, la reproducen como creen que es.- En el arco, se les dijo por parte del antropólogo Yamil Assad Meraz, se coloca también la silla y a veces ropa nueva para aquella visita esperada, algún obsequio, su comida favorita; pero en general en el contexto cultural no hay una fórmula, “cada quien ofrenda desde lo que tiene, quiere y puede”.
Los jóvenes y sus padres y madres, acompañados de algunos adultos que los apoyan en sus grupos, muy animados y participativos fueron dialogando con los jueces, además de presentar los elementos y también algunos hicieron calaveritas que fueron leídas al final del evento.
En el salón en donde se llevó a cabo la entrega de reconocimientos a los primeros lugares, se les dio a conocer que fueron calificados, más que los altares, la participación en el grupo, la forma de sus presentaciones y conocimiento en el tema.
Es que es en general como ellos tienen en sus casas y vidas la relación con la tradición y con la forma de presentar, una cosa, y la de ganar un concurso, es otra cosa. En querer ganar un concurso, se van recursos que no se usan generalmente en casa, además de que en casa es algo íntimo y personal, pero colectivo si toda la familia participa, y la parte de la convivencia que es el sentido primordial de la fiesta del Xantolo o Todos Santos.
Pretenden preservar la tradición como un valor personal.- Una parte medular de esta experiencia quedó de manifiesto en cada oportunidad con la presentación de cuatro altares, magníficamente ataviados y revestidos de flores y luz, los que se colocaron en cuatro áreas externas del edificio parroquial, en los pasillos, adonde adquirieron una imagen conmovedora por la noche mientras las velas y el incienso humeaban y la gente se agrupaba en torno a ellos. En los mismos no faltaron la Virgen Guadalupe y Jesús Cristo, además de las fotografías de otros deudos; los manteles chicontepecanos bordados a mano, el papel de china picado; el pan de muerto que tiene huesitos de colores encima, las naranjas y mandarinas; los tamales de frijol tierno castillan y pollo, con el condimento de ajonjolí que caracteriza a la región; y que, en todos los casos, externaron los jóvenes desean sea una tradición a preservar por lo que se reunieron en torno a esta actividad con la intención de reproducir esta parte de su cultura, que reconocieron tiene influencia Tének o huasteco y náhuatl.